En México, la discriminación hacia las personas que forman parte de los colectivos LGBT constituye un fenómeno estructural; así lo ha descrito la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) en el 2016. Para contribuir a la eliminación de los prejuicios que existen al respecto, a continuación expondremos cuál es la diferencia entre los términos ‘orientación sexual’ e ‘identidad de género’.
Orientación sexual
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), el término ‘orientación sexual’ refiere a “la atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otras personas”. Dentro de este rubro, tienen validez los términos referentes a la heterosexualidad y a la homosexualidad (dividida entre lo lésbico y lo gay), así como la bisexualidad , la asexualidad y la pansexualidad. Todas estas denominaciones aluden a una atracción no voluntaria, sino un aspecto biológico individual.
En este sentido, los psicólogos no consideran que la orientación constituya una elección consciente de los individuos. Por este motivo, las denominadas “terapias de conversión” pueden suponer una violación a los derechos humanos.
Identidad de género
Por su parte, el término ‘identidad de género’ corresponde a una vivencia interna e individual; esta identificación no necesariamente ha de corresponder con el sexo que es asignado al nacer. La semántica de esta denominación también abarca al deseo o realización de modificaciones en la apariencia o funcionalidad corporal a través de procedimientos quirúrgicos, farmacológicos o de cualquier otra índole.
De acuerdo con los especialistas, la identificación con un género se desarrolla en los seres humanos entre los 18 meses y los tres años de edad. Entre las identidades de género se encuentra la gente ‘cis’, es decir, aquellos que sienten correspondencia entre su sexo biológico y el género; a su vez, también abarca a las personas transexuales y transgénero, así como a los travestis, los transformistas y otras manifestaciones de género no binario.
De acuerdo con asociaciones contra la discriminación, así como diversos miembros de la comunidad científica, la identidad de género tampoco constituye una decisión de libre albedrío. Por el contrario, es el resultado de las experiencias individuales; por ello, para la CONAPRED resulta imperativo “respetar el derecho libre al desarrollo de la personal y a la identidad de género libremente manifestada“.
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