Erick Martínez Juárez, hijo de migrantes mexicanos, trabajó con sus padres en el campo durante su infancia. Ahora se graduó de la carrera de medicina en Harvard.
Erick es el segundo de 5 hijos. Sus padres migraron a Estados Unidos en la década de los 80, buscando mejores opciones de vida y oportunidades de trabajo.
En Georgia, los padres de Erick trabajaban en los campos de jitomate. Labor a la que les ayudaban sus hijos. Por eso su padre le decía al pequeño que tenía estudiar y esforzarse, para poder aspirar a un empleo distinto.

En una columna que escribió para The Atlanta Journal-Constitution, Erick busca que se reconozca la importancia de la mano de obra migrante en Estados Unidos y cómo ayudar a sobrellevar los retos que la pandemia de COVID-19 ha presentado.
El joven contó que su familia llego a vivir con hasta 10 personas que no eran sus parientes. Sin comodidades, Erick entendió que la escuela era la vía para buscar un mejor futuro.
Si bien nació en Estados Unidos, Erick está orgullos de sus padres y su ascendencia mexicana, por eso decidió prepararse para ser doctor. Su esfuerzo le valió ser aceptado en la prestigiosa universidad de Harvard.

Erick es el primer miembro de su familia en obtener un título universitario. Pero sus logros no terminan ahí. Se ha especializado en neurología, con estudios en el Medical College de Georgia. Y, recientemente fue aceptado para hacer la residencia en UCLA Neurology, uno de los programas más prestigiosos en Estados Unidos.
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