Un grupo de oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles mató a tiros a un sospechoso que les arrojó un martillo. El hombre clamó por Dios antes de ser baleado: “Padre Celestial, ayúdame”. El incidente fue capturado en video.
Los oficiales de la policía siguieron al hombre durante varias cuadras y le dispararon varias “municiones menos letales”, según las imágenes de un video que fue publicado por la propia policía de Los Ángeles.
En una llamada inicial para pedir refuerzos, el oficial dijo que creía que el sospechoso, quien posteriormente identificado como Samuel Ponce, podría haber padecido una enfermedad mental o haber consumido alguna sustancia intoxicante, de acuerdo con Los Angeles Times.
El video fue grabado el 19 de marzo. Hubo una denuncia sobre un sospechoso armado con un martillo cerca del área de Westlake en Los Ángeles, Estados Unidos. Un oficial de la policía pidió refuerzos de inmediato.
Al comienzo del video, poco después de que llegaran los refuerzos, un oficial pregunta si deberían “ponerle las manos encima” o intentar detenerlo de inmediato. Un oficial respondió rápidamente “no” porque Ponce llevaba un martillo.
Durante los siguientes minutos, los oficiales siguieron a Ponce a una distancia de varias cuadras, instándolo continuamente a soltar el martillo. Los oficiales dispararon proyectiles de goma a Ponce, pero éste no se detuvo.
PRECAUCIÓN: IMÁGENES FUERTES
Finalmente, los oficiales recurrieron al uso de una Taser para reducir la velocidad de Ponce. Luego, los oficiales “flanquearon” a Ponce en un intento de detenerlo.
“Padre celestial, ayúdame“, dijo Ponce en español. No fue la primera vez que clamó por Dios antes de que los oficiales le dispararan.
En ese momento, Ponce arrojó el martillo que llevaba a los oficiales. Luego levantó un segundo objeto por encima de su cabeza, momento en el que los agentes le dispararon a Ponce en el pecho.
La publicación del video se produce luego que un niño en Chicago fuera asesinado por la policía a pesar de haber accedido al arresto. La policía en Estados Unidos está en el ojo del huracán luego de la muerte de George Floyd, el auge del movimiento de Black Lives Matter y las protestas por la brutalidad policial en la Unión Americana.
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