Recibir la comida lista en la puerta de tu casa es una de las comodidades a las que la pandemia nos ha acostumbrado. Sin embargo, para que este servicio se efectúe hay todo un proceso detrás que, no siempre beneficia de igual manera a los eslabones de la cadena de consumo. 

Trabajar como repartidor de comida no es fácil. Si bien, al inicio puede parecer que la autoorganización es una ventaja, no pasa mucho tiempo para que los trabajadores de las apps de comida de delivery se den cuenta que tienen más desventajas que beneficios en este empleo. 

Han sido varias las ocasiones en las que los repartidores, se han manifestado para pedir mejoras en sus condiciones laborales, pues no cuentan con prestaciones que la ley establece. Pero sus exigencias aún no son atendidas por las empresas ni las autoridades. 

Un reciente testimonio, compartido en Twitter por el usuario @venecletero, reveló las condiciones actuales que enfrentan los repartidores. El hilo comienza expresando su sentir tras dos años laborando en apps de delivery: “Llevo más de dos años siendo repartidor y ya lo odio”, para proseguir con una larga lista de abusos laborales.

La conversación explica que las apps han incrementado sus ganancias por encima del 30 por ciento desde el comienzo de la pandemia, pero este beneficio no se refleja en el salario de los repartidores quienes perciben menos por su trabajo. Si al inicio eran 30 pesos por entrega, este se disminuyó a 28 y, luego de que el SAT exigiera un impuesto a estas apps bajó a 26 pesos. 

Con lo anterior se dio a conocer que, los repartidores contribuyen con el impuesto de las apps ante el SAT y además cumplen con cuotas por uso de las plataformas sin beneficiarse con prestaciones como un seguro de gastos médicos, aguinaldo, vacaciones o un mejor salario. 

¿Sabías que los repartidores pagan por sus impermeables, mochilas y chamarras?, pues, de acuerdo al relato del usuario, así es, pese a que son herramientas de trabajo necesarias y que ofrecen publicidad móvil a las empresas, son ellos quienes cubren el gasto por el equipo laboral. 

Repartidores de comida reportan abusos laborales
Los repartidores exigen mejores condiciones laborales | Foto: Cuartoscuro

Uno de los datos que más sorpresa causó en los internautas fue la retención de las propinas de los repartidores, no se reveló un porcentaje exacto pero se mencionó que las apps se quedan con un proporcional de este gesto del comensal. Inclusive, se invitó a los usuarios de este servicio a dar las propinas en efectivo cuando se realice la entrega para proteger, al menos, este ingreso extra. 

Algunos de los abusos que cometen las apps son: 

  • UberEats: Paga 10 pesos menos, en promedio, a repartidores que recogen dos pedido en el mismo restaurante, aunque el destinatario sea distinto.
  • DidiFood: Presión constante para recoger y entregar pedidos, incluso a contratiempo, y sancionando cualquier tipo de retraso (aunque sea por accidente)
  • Rappi: En servicio de farmacia cobra el doble del total al cliente mientras que el repartidor compra el producto en caja como cualquier usuario. 

La seguridad de los repartidores

Hablando de seguridad las condiciones laborales de los repartidores empeoran aún más, puesto que no cuentan con ningún tipo de seguro de gastos médicos. Esto, sumado con la delincuencia ha hecho que cada vez más se reporten puntos peligrosos para evitar entregas en esos sitios. 

Los accidentes viales a los que se exponen, por ejemplo, en cruces que resultan de alto riesgo para un medio de transporte como la bicicleta, no son cubiertos por las empresas, en el mejor de los casos les reembolsa el gasto sólo cuando cumple con su lista de políticas empresariales. 

Repartidores de comida inconformes
Además, se enfrentan a la inseguridad de la Ciudad | Foto: Cuartoscuro

Las apps de delivery no solo han recibido reclamos y quejas por parte de sus trabajadores, además los restaurantes han manifestado inconformidad porque, prácticamente, no perciben ganancias cuando los usuarios optan por este servicio. Ya que entre la cuota del uso de la app y los gastos de subsistencia, otorgan sus ganancias con tal de no cerrar. 

En algunos casos, los restauranteros afirman estar desarrollando alternativas de pedidos directos vía telefónica, WhatsApp o, desarrollar apps propias, para cubrir el gasto y no perder la ganancia de su venta.

Ante la problemática que viven los repartidores no sólo basta con la denuncia pública, la toma de acciones que iguale las condiciones y otorgue derechos laborales a este sector es una urgencia para el legislativo, ya que las denuncias de abuso laboral para estas alternativas de empleo cada vez son más. Incluso, el repartidor que publicó los abusos pidió ayuda para encontrar otro trabajo.

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Entusiasta de contar historias y apasionada por temas de actualidad, cultura y agenda pública nacional. Lic. en Comunicación UNAM