En Michoacán, un sacerdote fue expulsado por el Vaticano luego de comprobar que mantuvo relaciones afectivas y sexuales con siete mujeres casadas de la región.
Fueron dos de sus víctimas quienes denunciaron a las autoridades eclesiásticas las actividades del padre Toribio de 52 años que oficiaba en la parroquia de Guacamayas en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Una de las mujeres casadas denunció que al sacerdote la sedujo durante un curso que tomó en la Universidad Pontificia. Ahí se aprovechó para cuestionarle sobre asuntos personales e invitarla a salir, incluso llegó a decirle que no valía la pena que continuara estudiando sino accedía a sus peticiones.
“Necesito una mujer como tú, hermosa e inteligente para no volverme homosexual”, dijo el sacerdote, según la mujer.
En una ocasión, reveló a una de sus mujeres que su fantasía era vestirla de monja mientras tenían sexo. Se dijo que frecuentemente visitaban moteles.
Otra se sus víctimas contó que conoció al sacerdote durante un curso bíblico y que la pareció un sujeto cautivador, por lo que al principio accedió a mantener una relación.
Las denuncias se presentaron en abril y mayo de este año. El Vaticano decidió enviar al cura a rehabilitación, mientras se define el número total de víctimas, informaron medios locales.
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