La menor de 16 años, Jenifer Sánchez Domínguez, alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Plantel Oriente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue reportada como desaparecida desde el pasado 20 de marzo y fue encontrada sin vida el pasado 26 de marzo. Apenas este domingo, las autoridades del CCH lanzaron un comunicado lamentando su muerte.
De acuerdo con información de la Alerta Amber, emitida el 21 de marzo, la estudiante fue vista por última vez a las 9:00 en la avenida Canal de San Juan, Colonia Tepalcates en la alcaldía Iztapalaba.
El CCH destacó en el comunicado emitido que, desde el momento de la desaparición, las autoridades universitarias locales y centrales ofrecieron apoyo correspondiente a lo familiares para localizar a la menor. Colegio demandó el esclarecimiento de los hechos y pide un castigo ejemplar para el responsable.
Asimismo “comparte el dolor e indignación de sus familiares y les envía su sentido pésame”.
La muerte de Jenifer se suma a la lista de cuerpos encontrados dentro de las instalaciones de la Universidad desde que se encontrara, en mayo del 2017, el cuerpo de Leslie Berlín Osorio.
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Posterior al asesinato, en 2017 acontecieron dos marchas internas convocadas por la organización estudiantil con el fin de demandar mayor seguridad en toda la Universidad.
Desde 2016 se han “encontrado” otros cuerpos con evidencia de homicidio, como el de Jaime Barrera Moreno, jefe de servicios químicos, encontrado el 28 de junio de 2016. Así como Roberto Carlos Villaseñor Moreno, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, encontrado en las inmediaciones de la Facultad de Medicina el 27 de noviembre de 2017.
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No en todas las ocasiones, la UNAM o sus facultades han lanzado declaraciones y comunicaciones en el momento de que fueron encontrados los restos. En este caso, como en otros, la respuesta institucional debería de ir a la par de acciones para frenar la violencia al interior de la Máxima Casa de Estudios.