¿Qué es el triángulo rojo de Puebla? Esto sabemos de los municipios que conforman el foco del robo de combustibles, o también conocido como ‘Huachicoleo‘, número uno a nivel nacional.
Acatzingo, Tecamachalco, Palmar de Bravo, Acajete, Tepeaca y Quecholac, son los municipios poblanos que conforman el llamado triángulo rojo.
Y que, desde hace varios años han liderado la lista de ordeña de hidrocarburos a nivel nacional, superando las 6 mil tomas clandestinas. De acuerdo con informes de la Secretaría de Defensa Nacional en 2022 (El Universal).

Si bien, la historia del huachicoleo en el triángulo rojo de Puebla tiene casi una década de experimentar su punto máximo de auge como una ‘mina de oro negro’ para grupos criminales. Los delitos efectuados por ellos mismos en estos municipios, actualmente, ya se han diversificado.
¿Qué es el triángulo rojo de Puebla?
El llamado ‘triángulo rojo de Puebla’ fue identificado como el grupo de municipios donde el robo de combustible se convirtió en la actividad económica principal de la región. No obstante que fuera un delito federal.
Su ubicación es la clave del delito que creció exponencialmente, pues por ahí pasaba el 40 por ciento del combustible que recibía la Ciudad de México. Y del que se distribuía a nivel nacional.

En un inicio, los nombrados ‘huachicoleros’ ocupaban las madrugadas para extraer combustibles de tomas clandestinas y venderlo a un precio más barato que en las gasolineras.
Esto representó una mayor fuente de ingresos debido a las precarias condiciones del campo que subsisten hasta la actualidad en la región. Pero rápidamente se formaron grupos delictivos que mantienen disputas ‘por la plaza’.
Debido a ello el incremento de delitos cometidos en el triángulo rojo de Puebla también se dispersó. siendo la desaparición forzada, homicidios, olas de violencia, robo a transporte de carga y secuestros, los más desatados.

Triángulo rojo: Tomas clandestinas
En el Triángulo rojo de Puebla el número de tomas clandestinas ha ido en aumento y solo se estanco un par de años para continuar su exponencial crecimiento criminal.
Entre 2011 y 2015 Puebla contaba con un total de815 tomas clandestinas. Para 2016 ya era el primer lugar de ordeña de combustibles a nivel nacional con mil 533 (El Sol de Puebla).
Las pérdidas por más de 229 millones de pesos que representaba el Huachicoleo para Pemex, orilló a la paraestatal a cerrar los ductos Minatitlán-México. Un año después solo se detectaron 38 tomas clandestinas, pero ahí no acabó el problema.
El incremento de violencia en la región desató una ola de robo a transportistas de cualquier producto, incluyendo Gas LP. Mismos que se ofertan en ‘mercados negros’ como puestos de comercio informal con precios ‘más baratos’ que las tiendas de conveniencia (El Sol de Puebla).

Sin embargo, el delito del Huachicol en el Triángulo rojo de Puebla aún existe, pues cifras recientes apuntan a la detención de más de 200 personas presuntamente implicadas en este delito (El Universal).
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