La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que inició el 20 de noviembre de 1910 y sumó numerosas batallas y traiciones que provocaron más de 2 millones de muertos.

Esta revuelta estuvo conformada por diferentes milicias en el norte, centro y sur de México. Al inicio todas coincidieron en un objetivo: usar las armas para derrocar al general Porfirio Díaz, quien se reeligió seis veces consecutivas y en 1910 cumplió 26 años como presidente de México.

Aunque las diferentes milicias también tenían otros objetivos específicos establecidos en el Plan de San Luis que creó Francisco I. Madero:

  • Sufragio efectivo, no reelección
  • Elecciones libres y democráticas
  • Restituir a los campesinos las tierras arrebatadas por los hacendados

En mayo de 1911, las tropas de Francisco Villa ya le habían ganado batallas al Ejército Mexicano en Chihuahua, San Luis Potisí, Veracruz y Durango; Emiliano Zapata ya tenía una insurrección en Morelos, Guerrero, Puebla y Michoacán y el ejército de Pascual Orozco tomó Ciudad Juárez.

Frente a las derrotas su ejército, Porfirio Díaz, de entonces 81 años de edad, renunció el 25 de mayo de 1911 y se exilió en París.

Pactada la paz con la administración de Porfirio Díaz, Francisco I. Madero entró a la Ciudad de México el 7 de junio de 1911.

Muchos ejércitos, distintos intereses

El 15 de octubre de 1911, Francisco I. Madero ganó las elecciones presidenciales contra Francisco León de la Barra, quien había sido secretario de relaciones exteriores de Porfirio Díaz.

Desde su primer día en como presidente, el 6 de noviembre de 1911, Madero enfrentó una serie de presiones de los ‘científicos’ -el grupo de poder de Díaz-; además Francisco Villa y Emiliano Zapata exigieron el cumplimiento de la restitución de tierras.

En noviembre de 1911, Madero le pidió a Zapata que desarmara a sus tropas. Zapata le puso como condición que destituyera al entonces gobernador de Morelos, el general Ambrosio Figueroa, y restituyera las tierras a los campesinos.

Madero se negó y envió al Ejército Mexicano a Morelos a asesinar a Zapata, quien huyó a Puebla.

En Chihuahua, Pascual Orozco se rebeló contra el presidente y Madero echó mano del Ejército Mexicano: mandó al general Victoriano Huerta a sofocar la insurrección en Chihuahua.

Decena trágica

Entre el 9 y el 19 de febrero de 1913 en la Ciudad de México se desarrolló un golpe de Estado para derrocar al presidente Madero.

La refriega comenzó cuando una tropa de Tlalpan y otra de Tacuyaba se rebelaron y llegaron al Zócalo, donde se enfrentaron al cuartel del Palacio Nacional.

El 18 de febrero, el general de extracción porfirista Aureliano Blanquet apresó al presidente Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez. Al día siguiente, ambos fueron llevados a la Cámara de Diputadosy obligados a renunciar.

Madero y Pino Suárez fueron asesinados en la Penitenciaría, edificio que hoy es el Archivo General de la Nación, el 19 de febrero de 1913. El general Victoriano Huerta quedó como presidente interino.

Dictadura de Victoriano Huerta

El general de extracción porfirista Victoriano Huerta se fijó dos objetivos: desarmar a los ejércitos rebeldes y conseguir el reconocimiento de su gobierno por parte de Estados Unidos.

Desde Chihuahua, Pascual Orozco negoció con Huerta y consiguió sueldos para su milicia, pensiones para viudas y huérfanos. El 27 de febrero de 1913, Orozco anunció su apoyo al general.

El diputado maderista Belisario Domínguez acusó publicamente a Huerta de asesino. Días depués, Belisario fue asesinado y Huerta disolvió al Congreso y al Senado.

El 19 de febrero de 1913, el Congreso de Coahuila aprobó darle facultades al gobernador Venustiano Carranza para organizar un ejército con el objetivo de restablecer el orden jurídico en México y derrocar a Huerta.

El 18 de abril, Carranza reunió a las autoridades de Chihuahua y Sonora, quienes se sumaron a su plan. Con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, entre otros militares, conforman el Ejército Constitucionalista.

Los militares avanzaron del norte a la Ciudad de México: Venustiano Carranza y Álvaro Obregón bajaron por Jalisco y Francisco Villa por Zacatecas.

El 15 de junio de 1914, Huerta renunció y huyó a Cuba y de ahí a Estados Unidos. Murió preso en la prisión de El Paso en 1916.

Guerra de facciones militares

El 20 de agosto de 1914, Venustiano Carranza tomó el mando político y militar en la Ciudad de México.

El siguiente objetivo de Carranza fue desarmar a los ejércitos de Francisco Villa y Emiliano Zapata, que tenían ideales campesinos.

Del 1 al 10 de octubre se celebró la Convención de Aguascalientes en la que Álvaro Obregón le pidió a Villa y Zapata que dejaran las armas. Ellos pusieron como condición que se iniciara un reparto agrario.

Ante el desacuerdo, el ejército de Carranza salió de la Ciudad de México y los ejércitos de Villa y Zapata tomaron la capital y el 4 de diciembre de 1914 firmaron el Pacto de Xochimilco para

  • Desconocer a Venustiano Carranza
  • No tomar la presidencia, que debía recaer en un civil y no en un militar
  • No dejar la Revolución hasta conseguir el reparto agrario.

La muerte de los caudillos

Durante 1915, Villa intentó tomar Celaya y León, Guanajuato, que estaban en poder de Carranza.

La División del Norte tuvo cuatro derrotas consecutivas, lo que debilitó las fuerzas de Villa y permitió que Carranza recuperara la Ciudad de México en 1916.

Con adversarios muy debilitados, Carranza convocó a un Congreso Constituyente y promulgó la Constitución de 1917, el 5 de febrero de ese año.

Por órden de Venustiano Carranza, el 10 de abril de 1919 el general Jesús María Guajardo citó a Zapata en la hacienda de Chinameca, en Morelos con la supuesta intención de conspirar contra Carranza.

Al entrar a la hacienda, Guajardo dio la señal y 10 soldados dispararon simultáneamente contra Emiliano Zapata, quien cayó muerto.

Los militares de Sonora

Carranza intentó dejar como sucesor en la presidencia al diplomático Ignacio Bonilla, lo que causó malestar en los generales de Sonora: Plutarco Elías Calles, Álvaro Obregón y Adolfo de la Huerta.

El 23 de abril de 1920, los tres militares sonorenses proclamaron el Plan de Agua Prieta para desconocer a Venustiano Carranza, quien huyó rumbo a Veracruz, pero fue emboscado y asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, el 21 de mayo.

El 20 de julio de 1923, Francisco Villa, quien ya se había dejado las armas y se dedicaba al campo, fue emboscado en Parral, Chihuahua, por el general Jesús Salas Barraza. Los historiadores atribuyen su asesinato a Álvaro Obregón o Plutarco Elías Calles.

Álvaro Obregón fue presidente de México entre 1920 y 1924, cuando fue sustituido por Plutarco Elías Calles.

La posición de Calles frente a la iglesia católica, a la que le prohibió su participación en la política y la posesión de bienes raíces, provocó un nuevo conflicto, conocido como la “Guerra Cristera”.

Álvaro Obregón ganó las elecciones del 1 de julio de 1928, con lo que pretendía un segundo periodo de gobierno, pero el fue asesinado el 17 de julio de 1928 por un fanático católico en un restaurante de la Ciudad de México.

El Partido Nacional Revolucionario, el abuelo del PRI

El 4 de marzo de 1929, Plutarco Elías Calles y varios militares fundaron el Partido Nacional Revolucionario (PNR), desde el que postularían a los siguientes presidentes de México.

En las elecciones extraordinarias del 17 de noviembre de 1929, Pascual Ortiz Rubio fue el primer candidato del PNR en resultar elegido por el voto popular.

El PNR cambió de nombre el 30 de marzo de 1938, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas, cuando se convirtió en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM).

Finalmente, el 18 de enero de 1946, durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho, el PRM se convirtió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

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Con información de Noticieros Televisa.