Por si los mexicanos creen que no cargan deudas suficientes y para hacer más competitiva a una institución que actualmente –o quizás siempre- ha sido punto de discusión por el mal manejo de sus recursos, pues ahora legisladores propondrán que el pasivo laboral de Pemex se asuma como deuda pública.
Con la genial idea, el pasivo laboral de la petrolera se convierta en deuda pública. Este pasivo asciende a un billón 130 mil millones de pesos (equivalente a más del 6.5 % del PIB). Se trata de una iniciativa del PRI impulsada en la Cámara de diputados, en acuerdo con el Sindicatos de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y la Secretaría de Hacienda. No contentos con cargarnos esta deuda que existe por motivo de la corrupción, el partido también propone que paguemos la de la CFE, que asciende a medio billón.
¿Y qué es eso del pasivo laboral?
Es una parte del contrato laboral de los trabajadores de la paraestatal, que la obliga a pagar las siguientes obligaciones:
- Liquidación y prima a todo trabajador con más de 15 años de antigüedad o más, esto en caso de renuncia voluntaria.
- Apoyos para vales de gas, gasolina, canasta básica y aguinaldo de 60 días; además de pago de jubilación por vejez o incapacidad.
- Y si se piensa que una vez muerto el trabajador se puede olvidar el pago de estas obligaciones… pues no, nada de eso: existe también la pensión postmortem, que va junto con un pago de canasta básica, y vales de gasolina.
Por si no fuera suficiente, dentro del pasivo laboral también va el pago de prestaciones a jubilados, tales como atención médica y préstamos financieros por sumas de hasta 90 días de pensión.
Muchos dirán que son prestaciones que por derecho le corresponden a cualquier trabajador, lo que podría ser cierto, dependiendo de la tendencia política y el modelo de administración pública que cada quien defienda. Sin embargo, y sin importar la tendencia, con seguridad, todos estarán de acuerdo con que no es justo que paguemos de nuestro bolsillo un conjunto de prestaciones para las que año con año se reserva parte del presupuesto. ¿Por qué el resto de la población tendría que pagar por algo que (en teoría) debería ser responsabilidad de una institución cuyas ganancias, de ser manejadas responsablemente, darían para cubrir eso y más?
La justificación que ofreció el diputado panista, Juan Bueno, es que con esta modificación al proyecto energético se le garantiza a Pemex una real autonomía en su presupuesto y para gestionar su operatividad.
Por su parte Ricardo Aldana, diputado del PRI y tesorero del Sindicato de Pemex, advirtió que si el gobierno federal no asume los pasivos laborales de la paraestatal, se corre el riesgo de que la reforma energética, con todo y sus leyes secundarias, no surta el efecto calculado. Además, alegó que de no absorber el pasivo laboral, se afectarán “las conquistas laborales” de los sindicalizados.
Será el 8 de septiembre cuando formalmente la Secretaría de Hacienda haga la propuesta ante la Cámara de Diputados, esto junto con la iniciativa de ley de ingresos y el proyecto de presupuesto de egresos de la Federación, correspondientes al próximo año.
Como a muchos no les pareció la propuesta, el diputado Aldana señaló que no más va a ser un ratito, en lo que Pemex sanea sus arcas y pueda hacer frente a las obligaciones contractuales que tiene… pero, quizás también hagan lo mismo con la Comisión Federal de Electricidad: “Es claro que debemos asegurar que los sistemas pensionarios en ambas empresas sean plenamente sostenibles. De forma complementaria se requiere que el gobierno federal asuma parte del pasivo laboral para dejarlas en condiciones de competitividad”.
Si bien es cierto que, de no pagar tal deuda, se pondrían en riesgo los efectos de la flamante reforma, también es cierto que tal deuda existe porque alguien se estuvo quedando con ese dinero. Si esto es así, entonces el asunto no queda solucionado cuando todos nosotros paguemos el dinero que le deben a los trabajadores, sino hasta que los responsables sean capturados y rindan cuentas.