En Pomuch, un pueblo de Campeche, México, las personas desentierran a sus muertos para venerarlos.

Aquí, las personas no le tienen miedo a la muerte.

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En México, el Día de Muertos se celebra cada 2 de noviembre cuando, según la tradición de diferentes pueblos originarios.

Uno de esos lugares es Pomuch, un pueblo de 8 mil 600 habitantes en el municipio de Hecelchakán, Campeche.

Durante los últimos días de octubre, las familias de Pomuch acuden al cementerio para limpiar los huesosde sus muertos, para encontrarlos limpios.

Cada año, cientos de turistas acuden al camposanto para contemplar la tradición maya de desenterrar a los muertos.

Manuel Pool es un hombre de 60 años, campesino de Pomuch. Desde hace 30 años, cada año viene a limpiar los huesos de sus papás.

“Antes de que se muriera mi papá, yo venía y veía cómo los limpiaban los señores -a los muertos-. Se limpian con una broca, un mantel. Los muertos más recientes todavía están frescos.

Primero se limpian los huesos chicos, después los brazos, las costillas, al último el cráneo. Ahí termina. Durante el proceso se reza o se platica con el ser querido.

A los muertos más recientes hay que tallarles más duro porque todavía están frescos”, explicó el señor Manuel.

El contacto físico con los huesos de sus seres queridos es un momento profundamente sagrado.

Además de limpiar los restos de sus seres queridos, los habitantes de Pomuch colocan flores, veladoras y manteles bordados sobre los huesos. Los manteles suelen llevar dibujos. A los bebés se les colocan dibujos de angelitos.

En una cripta familiar pueden caber hasta 12 cadáveres. Los huesos de cada persona muerta se colocan en una caja, aunque algunas parejas están juntas en una caja: cráneo, costillas, fémur, dientes. El pelo sigue creciendo después de que una persona muere.

Pomuch es un pueblo muy caluroso y humedo a un costado de la selva, en la planicie de la península de Yucatán, a 56 kilómetros de Campeche y 121 kilómetros de Mérida.

Ernesto Pool es el jóven cronista del pueblo. En entrevista con Plumas Atómicas, dijo qe la tradición de Pomuch viene de la cultura maya.

“Esto ha trascendido de generación en generación. Los mayas enterraban a sus muertos con todo lo que ellos tenían: jade, joyas, oro”.

Los cuerpos de las personas muertas pasan por lo menos tres años en su ataud mientras se descomponen. Luego los huesos son sacados y llevados a las cajas, a la vista de todos.

“A la muerte la vemos como nuestra amiga. Tampoco es decir que nosotros la adoramos, no. Le damos el respeto que merece porque es un paso más en la vida”.

Con información de Roger Vela y Sof Salcedo.