Es imposible negar que la violencia armada en los Estados Unidos sea un problema que ya ha alcanzado niveles epidémicos. Tan solo en un fin de semana se registraron tres tiroteos que suman ya casi una treintena de víctimas.
Algunos ejemplos del peligro del supremacismo blanco en EEUU
Como siempre ocurre después de estos “incidentes” (como acostumbran llamarlo medios y políticos centralistas), las ventas de armas se disparan mientras todo mundo sigue tratando de entender qué ocurrió, quién es el responsable y cómo evitar que vuelva a ocurrir.
Mientras ocurre esto, las tiendas que venden armas, desde armerías hasta supermercados, ven un incremento importante en sus ventas de armas largas y municiones: luego de la masacre de Parkland, por ejemplo, el estado de Florida registró un incremento del 13% en la venta de armas. (Vía: Bloomberg)
In light of the mass shootings in their home state in Brooklyn, New York, as well as the tragedies in El Paso, Dayton, & Chicago, & more, @MFOLNYS is calling on the internet to change their profile pictures to this End Gun Violence graphic.
— March For Our Lives ??? (@AMarch4OurLives) August 5, 2019
Let’s paint the internet orange. pic.twitter.com/qktDPB9zEU
Los incrementos de ventas tras masacres se repiten una y otra vez en todos los estados que registran hechos semejantes, de acuerdo a Gayathri Anuradha en un estudio para Stanford y, si bien las razones son multifactoriales, todas obedecen a un mismo miedo: la conversación sobre control de armas que sigue a estas masacres.
La discusión sobre el “derecho” a portar armas en los Estados Unidos es profunda, compleja y apoyada por lobbies armamentistas que frenan frecuentemente cualquier reforma, hasta la más ligera.
De acuerdo a múltiples estudios, entre más liberal es un gobierno estatal o federal, más se disparan las ventas de armas: al no existir limitaciones ni techos en la cantidad de armas que pueda tener un ciudadano, acopian en antelación a medidas de control de armas que nunca se lleva a cabo.
Si bien hay quienes compran armas creyendo que con ellas podrían defenderse (parte del discurso de la Asociación Nacional del Rifle: “Lo único que detiene aun hombre malo con un arma es uno bueno con una”), los números y encuestas señalan que es el miedo a que las requisten.
Así reaccionó el mundo ante tiroteo en El Paso
Cada masacre, cada uno de los casi trescientos tiroteos ocurridos en los Estados Unidos en lo que va del año, pareciera que se reinicia un urgente debate legislativo que, de hecho, ni lo es tanto: la mayoría del país apoya reglas más estrictas y exámenes mínimos para la venta de armas.
Con información de Vox, Stanford Press y Washington Post
