Cada 24 de febrero conmemoramos el Día de la Bandera. Nuestro lábaro patrio está cargado de historia centenaria y de simbolismos que la hacen única en el mundo.
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Miguel Hildalgo y la Independencia
En 1813, en el marco de la guerra de independencia, las fuerzas insurgentes declararon la independencia de Nueva España bajo el nombre de América Septentrional. En 1815, se adoptaron el escudo de armas y las banderas de guerra, tregua y comercio para el nuevo país propuesto. El escudo de armas consistía en un escudo con el emblema nacional (águila, serpiente, tuna, roca y agua), trofeos de guerra, una guirnalda y un pergamino que decía INDEPENDENCIA MEXICANA AÑO 1810.

Aunque dicho emblema se había utilizado anteriormente varias veces desde los primeros tiempos de la colonia, esta fue la primera vez que se le otorgó oficialmente la representación de una Nueva España independiente. La bandera de guerra consistía en un campo a cuadros con bordes rojos de azul y blanco, con el escudo de armas en el centro.

Los símbolos fueron abolidos formalmente en 1821, cuando México finalmente se independizó de España. En 1823, después de que se proclamó la república, hubo intentos fallidos para restaurarlos.
En 1821, el Ejército Triganrante de reciente formación, que conduciría a la independencia definitiva de España, adoptó un color propio que consistía en una bandera cuadrada dividida en tres franjas diagonales en blanco, verde y rojo, con una estrella de ocho puntos en cada franja y una corona imperial en el centro de la franja verde.

En 1821, cuando Nueva España finalmente se independizó de España como Imperio Mexicano (Imperio Mexicano), la bandera adoptada era posterior a la del Ejército Trigarante, pero los colores se organizaron en tres franjas verticales iguales en el siguiente orden: verde, blanco y rojo. En el centro de la franja blanca se colocaría un águila coronada, tomada de los brazos imperiales, que conservaba los mismos elementos del emblema nacional utilizado en estandartes y estándares militares anteriores, a excepción de la serpiente.

Desde entonces, México ha conservado como su bandera nacional el tricolor con tres franjas verticales verde-blanco-rojo, y en centro de la franja blanca con el escudo nacional, que varía en cierta medida pero que consista en el águila, la serpiente y el nopal.
Cambios en la bandera
Han habido cuatro cambios importantes de la bandera y el escudo a lo largo de la historia: 1823, 1863, 1864 y 1968. Es notable que, además de esos cambios ocurridos en 1823 (de una monarquía a una república), 1863 (regreso a la monarquía) y 1867 (restauración de la república), todas las modificaciones tanto en la bandera nacional como en el escudo no sólo fueron por razones políticas, pero por interpretaciones artísticas que conducen a revisiones del escudo de armas nacional y cambios en la relación de la bandera.
La insignia imperial de 1821, colocó una corona en el águila, que representa dicho régimen. El águila fue representada sola en una posición de tres cuartos con alas desplegadas sin serpiente. Con el establecimiento de la República en 1823, se quitó la corona y se agregó la serpiente. En 1863, un ejército conjunto formado por tropas francesas y mexicanas conservadoras ocupó la Ciudad de México proclamando el Segundo Imperio.

Una mezcla de elementos prehispánicos y europeos como el penacho, el cetro, el manto y la corona imperial adornaron el emblema original del águila y la serpiente, sólo para ser reemplazados al año siguiente por un escudo de armas adoptado por un recién nombrado Emperador Maximiliano. El nuevo emblema consistía en el águila, la serpiente, la guirnalda, el cetro, la espada, la corona, el grifo, el pergamino y el lema. Este escudo de armas apareció en la bandera imperial de 1864 a 1867.

En 1867, se restableció el régimen republicano, al igual que el escudo de armas y la bandera de 1823.
La bandera actual
El escudo fue el que siguió variando. De 1823 a 1916, la posición del águila varió de tres cuartos a una posición frontal de acuerdo con el estilo de la época, alcanzando cierto tipo de uniformidad desde 1880.

En 1916, inspirado en manuscritos antiguos y una moneda acuñada en 1823, una revisión importante del escudo entró en vigencia cuando el águila se volvió a una posición de perfil mirando hacia su derecha. En 1934, se adoptó una forma más estilizada de águila y elementos de estilo prehispánico. Sin embargo, el águila mantuvo la posición de perfil. Esta posición permanece hasta la actualidad.

Fue hasta 1968, por medio de la Ley de la Bandera en la que se establecieron los parámetros del lábaro patrio y a esta bandera se le conoce como la de la Cuarta República.


En 1984 se publicó la nueva Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, que abolió la de 1968. La bandera y el escudo permanecieron sin cambios y fueron confirmados . Desde entonces, con base en el decreto de 1984, se han hecho varias adiciones y enmiendas a la ley para no modificar ningún diseño, sino para confirmar, aclarar y explicar las características y el uso del escudo , la bandera y, sobre todo, el himno nacional.
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Simbolismo
La bandera mexicana está llena de simbolismo nacional, aunque el significado de los colores ha ido cambiando con el paso del tiempo
En 1821, la franja verde representa el movimiento de independencia. La franja blanca representa la pureza de la fe católica. La franja roja representa a los españoles que se unieron en la búsqueda de la independencia y la sangre de los héroes nacionales. Actualmente, el blanco significa la unidad, el verde la esperanza y el rojo la sangre de los héroes nacionales.

El escudo simboliza la herencia azteca. Según la leyenda, como registran códices como la Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, los dioses habían aconsejado a los aztecas que el lugar donde debían establecer su ciudad debía identificarse cuando vieran un águila, encaramada en un nopal, devorando una serpiente. Vieron a este águila mítica en un lago pantanoso que ahora es la plaza principal de la Ciudad de México.
