De acuerdo con un reporte, el grupo criminal, Guerreros Unidos, habría matado a 20 indigentes para simular que sus restos eran los de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Según el periódico Reforma, un testigo identificado como “Juan” reveló, quien además sería el presunto líder de Guerreros Unidos, el objetivo de estos asesinatos fue darle pruebas sobre la desaparición de los 43 normalistas a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Guerrero.
En el testimonio que dio ante de la Fiscalía General de la República (FGR), “Juan” dice que Guerreros Unidos colaboró con Wenceslao Elizalde Zempoalteca, excoordinador de la Policía Ministerial. Le entregaron las cenizas de los indigentes para hacerlas pasar por la de los estudiantes. Posteriormente las dispersaron en el basurero de Cocula.
Fue con base en estas cenizas que el Gobierno de Guerrero y la Procuraduría General de la República construyeron lo que llaman la “verdad histórica”.
En el reportaje, Reforma asegura que el supuesto líder de Guerreros Unidos señaló que:
“[…] no solamente se ejecutó a 43 estudiantes y las personas que murieron en Santa Teresa, sino que hubo más personas muertas en el evento del 26 y 27 de septiembre de 2014, las cuales pertenecían al grupo de Onésimo Marquina Chapa y de Isaac Navarrete Celis, y que se metieron a Iguala, siendo un total como de 70 u 80 personas el total de muertos de esos hechos.”
Según “Juan”, Guerreros Unidos buscaba a miembros de un cártel rival que le debían dinero, pero que estos se mezclaron con los normalistas de Ayotzinapa, que estaban protestando el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
Segob denunciará publicación ante la FGR
Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, publicó un comunicado en Twitter. En él, asegura que la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia para el caso Ayotzinapa presentará una denuncia ante la FGR por la publicación de Reforma sobre las declaraciones de “Juan” con respecto a caso de los 43 normalistas.
“Como lo hemos señalado, este tipo de filtraciones buscan demeritar los trabajos desarrollados en la investigación del caso Ayotzinapa; la credibilidad de las instituciones que participan en ésta, y ponen en riesgo la verdad sobre lo acontecido la noche del 26 de septiembre del 2014 en la ciudad de Iguala, Guerrero, así como la integridad de las personas que forman parte de estas investigaciones.”
