Las protestas en Irán podrían ser por situación económica o provocadas

El 28 de diciembre, la ciudad de Mashhad, en la provincia de Jorasán Razaví, vio la erupción de una protesta que formaría parte de una nueva ola de movilizaciones en Irán, las cuales ya vieron sangre derramada.

Este nuevo movimiento no fue dirigido por la clase media del país, como pasó con el Movimiento Verde, el cual se levantó en el 2009 tras la elección en la que ganó Mahmud Ahmadineyad. Medios como el New York Times y CNN describen a los manifestantes –en su mayoría– como jóvenes iraníes, oriundos de provincias rurales y de clases obreras.

Ambos medios señalan que son dos factores principales los que han provocado las manifestaciones, las cuales dejaron un saldo de al menos 21 muertos –Al Jazeera señala que incluso son 22– y hasta mil detenidos, entre ellos un disgusto generalizado por las condiciones económicas en las que se encuentra el país.

Las protestas, señalan, son las más grandes contra el régimen desde el Movimiento Verde.

El New York Times apunta que Hasán Rouhaní, el presidente de Irán, no ha podido cumplir con las promesas que hizo antes de asumir el cargo en agosto del 2013. Entre ellas estaban la revitalización de la economía de la república y la eliminación de la corrupción.

El 50% de la población en Irán es menor de 30 años. De este sector, el 20% está desempleado, según cifras oficiales. Sin embargo, según el medio, la cifra que dan los “expertos” se acercaría al 40%. Por su parte, CNN estima que un cuarto de la población menor a 25 años no tiene trabajo. El canal señala que esta movilización tiene busca resolver cuestiones tan básicas como la alimentación.

CNN reporta que en Irán productos básicos como el huevo vieron precios a la alza por la inflación, la gasolina aumentó hasta un 50% debido a la eliminación de subsidios por la implementación de programas de austeridad, y se hizo un recorte de beneficios a programas para clases bajas.

Otro de los factores es una inconformidad por el tema tecnológico. En el 2009, tras las movilizaciones, Facebook y Twitter fueron expulsados del país. Ahora, la plataforma de mensajería Telegram, una de las aplicaciones móviles más populares del país –hay 45 millones de usuarios en el país–, así como Instagram, fueron bloqueadas por algunas de las autoridades del país. Telegram, señala el New York Times, es una de las herramientas que se aprovechó para organizar las manifestaciones.

Expertos en materia de derechos humanos de las Naciones Unidas hicieron un pronunciamiento al respecto. La Organización pidió al gobierno iraní que respete el acceso de la gente a los servicios de mensajería y reprobó el modo en el que el gobierno de Rouhaní ha manejado la situación.

Si bien las movilizaciones se han desvanecido, según Mohammad Ali Jafari, cabeza de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, el New York Times especula que podría ser sólo una percepción, pues varios canales de las redes sociales han sido bloqueadas.

Al respecto, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, declaró que el ciberespacio se ha convertido en artillería que se dedica a golpear al régimen, por lo cual es una herramienta que debe de ser desmantelada.

Así como Jamenei se opone al ciberespacio, el gobierno de Rouhaní –quien señala que las protestas tienen que ver con trabajos y derechos humanos– acusa a fuerzas políticas opositoras y otros países de ser los causantes. Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel son los responsables, según el régimen de Irán.

El país incluso presentó una carta ante las Naciones Unidas. En ésta acusan directamente a Estados Unidos de causar las protestas. Y mientras que el New York Times cita a voces de la Agencia Central de Inteligencia (o CIA), el país insiste que un agente estadounidense tuvo que ver en el levantamiento. Además, el Embajador de Irán ante las Naciones Unidas señaló que el presidente Donald Trump ha incitado explícitamente a las protestas a través de sus redes sociales.

El gobierno de Irán ha aludido a intervenciones extranjeras previas –como el golpe de Estado orquestado por Estados Unidos y Gran Bretaña en 1953– para justificar las acusaciones, pero no han presentado evidencias concretas.

Por su parte Rusia, en las Naciones Unidas, declaró que la insistencia de Estados Unidos en revisar la situación en Irán a través de una junta de emergencia del Consejo de Seguridad ha sido un desperdicio de energías que bien podría ser ocupado en resolver los problemas en Afganistán o Siria. Vasili Nebenzia, representante del Kremlin en la ONU, declaró que es un asunto interno y que en todo caso se deberían de hacer juntas de emergencia cada vez que hay protestas como las de Ferguson, en 2014.

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