La Border Patrol (a quien, a falta de otra traducción más bonita llamaremos ‘Patrulla Fronteriza’) encontró una maleta abandonada en la frontera con Brownsville, Texas y, en ella, un cachorro de tigre. Casual.
La frontera compartida por Texas y Tamaulipas es (como te imaginarás) una violenta, con mucho tráfico migrante y un deleite para los oficiales de la Patrulla Fronteriza, quienes realizan un buen porcentaje de sus detenciones a lo largo de esos kilómetros divididos por el Río Bravo, que ni es tan bravo a esas alturas.
Esta vez, los oficiales detectaron a tres migrantes que habían cruzado por la valla que divide Matamoros de Bownsville y, como era de esperarse, fueron a detenerlos. Los migrantes se les escaparon, pero se les cayó una maleta de entrenamiento, algo común cuando intentas salvarte de la tira es, justamente, abandonarlo todo.
Pensaron que sería ropa, pero no: era un cachorro de tigre.
No te preocupes, el tigrecito bonito y bebé, macho de cuatro meses, estaba sedado y a salvo. Ya fue entregado al zoológico de Brownsville, el Gladys Porter Zoo, donde lo reportan sano y en perfectas condiciones (chance tantito deshidratado, pero pues era el desierto, ¡qué carambas esperaban!)
Ya en varias ocasiones te hemos compartido historias sobre el comercio ilegal de cachorritos bebés hermosos: tigres, coyotes y hasta osos hormigueros y monos capuchinos (bueno, ese ya era mascota y será el próximo gobernador de la CDMX). Pareciera que, con esta historia, se comprueba la teoría de que se les están acabando las opciones a los traficantes y ya están pensando en entregas a domicilio, como si fueran Amazon.
Sólo les recordamos una cosa, queridos lectores: tengan tantita madre y no quieran hacer de animales salvajes mascotas. No lo son, no importa qué les digan en el ‘criadero’ de estos animalitos hermosos (y tan urgentes en su hábitat natural).
Con información de CNN
