En ocasiones, los seres humanos somos más que malagradecidos: todos los seres vivos vienen del mar y a cambio, los humanos mandamos a los océanos nuestra basura. Cada año arrojamos al mar 8 mil millones de kilos de plástico.
Ante semejante envenenamiento, la ONU ha lanzado la campaña ‘Mares limpios’, que se centra en que los consumidores conozcan alternativas a los plásticos y que tomen conciencia de cómo su basura termina en el mar, además del enorme año que hacen los desechables a la vida marina.
En el recién lanzado comercial de esta campaña, se ve a una mujer ‘romper’ con una pareja tóxica y dañina que resulta ser (¡oh, sorpresa!) el plástico. Entre los argumentos de esta chica para romper con una pareja insalubre y contaminante están las toneladas de plástico desechable.
Y no es para menos: desde los años cuarenta en que empezó a tomar auge la industria del plástico, se han arrojado a los mares la alarmante cantidad de 8 mil 300 millones de toneladas de plástico. (Vía: Noticieros Televisa)
“Después de leer esto no querrás volver a usar popotes nunca más”.
En menos de 100 años (sí, apenas 100 mugrosos y cochinos años) hemos logrado que la cantidad de basura no solo dañe ecosistemas sino que directamente reemplace a los peces. La misma ONU ha alertado que para el 2050 habrá más plástico que peces en los océanos. (Vía: El Universal)
Obviamente, esto no conviene al medio ambiente, pero si eso no nos preocupa (que, por desgracia, así sucede), al menos nos debería quedar muy claro que eso bajo ninguna circunstancia nos conviene a nosotros.
Estas cifras no quieren decir que debamos deshacernos de los plásticos para siempre, lo cual es más que complejo, sino es que imposible. Pero claramente no podemos seguir usando el plástico de forma tan irresponsable; una botella de refresco que se tomó en media hora hace décadas, seguirá degradándose por muchos y muchos y muchos años.