Tras la detención de Ovidio Guzmán, hijo del narco Joaquín “El Chapo” Guzmán, madres y padres de familia se resisten a enviar a sus hijos a la escuela.
De acuerdo a Imagen Televisión, a 12 días de aquel operativo, solo dos planteles del poblado Jesús María en Culiacán, Sinaloa, reiniciaron actividades.
Aunque la secundaria y preparatoria ya están en clases normales, los estudiantes de preescolar y primaria continúan en casa debido a que el enfrentamiento entre sicarios de Ovidio y el Ejército ocasionaron daños en la escuela.
Madres y padres de familia describen que las bardas tienen impactos de bala, hay cristales rotos y las techumbres tienen afectaciones.
Ante ello, las y los profesores se organizaron para desarrollar labores de limpieza en ambos planteles en que incluso se han encontrado con casquillos percutidos.
Sin embargo, las familias de Jesús María no llevarán a los estudiantes hasta que las instalaciones sean reparadas y sus hijos no sientan ningún temor.
“Una puerta del salón de cuarto grado tiene un impacto de bala y ya no cierra, como debe cerrar. Las ventanas de tres aulas tienen tres impactos. La techumbre tiene un hueco muy grande”, admitió la maestra Nérida López.
Además dijo que es prioridad reparar las escuelas para que alumnos y alumnas no estén pensando en lo que sucedió, pero sobre todo para que no corran riesgos.
Fue el pasado 5 de enero cuando la Guardia Nacional (GN) y el Ejército mexicano capturó en el poblado de Jesús María al presunto narcotraficante Ovidio “El Ratón” Guzmán, líder de los “Chapitos”, una facción del Cártel de Sinaloa.
El hijo del “Chapo” está preso en el penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México (Edomex).
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