Ante operativos y detenciones, migrantes vuelven a ‘La Bestia’: ya hay un muerto
Hay un muerto de El Salvador y un hombre de Honduras perdió el brazo tras caerse del tren
Tras una redada en una carretera cerca a Ixtepec, Oaxaca, la semana pasada los integrantes de la más reciente caravana migrante de Centroamérica que entró al país comenzaron a subirse nuevamente al tren carguero conocido como “La Bestia”. Ahora, se reportó al menos la muerte de uno que iba abordo y un lesionado que perdió el brazo.
El hombre que perdió la vida fue un joven salvadoreño de 25 años de nombre José Elías Villalta Benavides. De acuerdo con Noticieros Televisa, el migrante murió durante la madrugada de este lunes cuando iba arriba de un furgón rumbo a Ixtepec, Oaxaca, desde Arriaga, Chiapas.
Migrante de El Salvador que falleció durante su viaje en ‘La Bestia’. Imagen: Reuters/ Jose de Jesus Cortes
Un paramédico de Protección Civil de Ixtepec informó que José Elías iba muy deshidratado, según lo que le informó un familiar que viajaba con el fallecido. Todo indica que empezó a vomitar, tenía un dolor de cabeza y luego sufrió un infarto fulminante.
Las autoridades realizaron la recuperación del cuerpo de José Elías, quien viajaba con un grupo de 700 migrantes que salió el domingo por la tarde de Arriaga.
El mismo fin de semana, un migrante oriundo de Honduras perdió el brazo luego de caer de “La Bestia”. El accidente se registró en un tramo al norte de Chiapas, cerca de Palenque y Salto de Agua, de acuerdo con autoridades de Protección Civil de Salto de Agua. (Vía: Noticieros Televisa)
El catracho fue identificado como Elmer Alexander Ordoñez Sánchez, de 38 años de edad, y es originario de Tegucigalpa, Honduras.
Locales le brindaron primeros auxilios al hombre tras caer de la máquina en movimiento y más tarde la Secretaría de Salud de Chiapas informó que fue trasladado a un hospital en Villahermosa, Tabasco, para ser atendido por especialistas.
Elmer Alexander perdió su brazo izquierdo, pero también tiene lesiones en la cabeza, la rodilla derecha y probables lesiones de médula espinal a nivel lumbar.
El regreso al camino peligroso
En octubre del año pasado, México y Estados Unidos vieron una caravana de más de tres mil migrantes centroamericanos.
Su dimensión cautivó a medios internacionales y ciudadanos tanto mexicanos como estadounidenses. El tamaño de esta caravana buscaba darle seguridad a sus integrantes justamente por lo numerosa que era. Así lo aseguraron muchas veces los centroamericanos a Plumas Atómicas.
Del mismo modo, expresaron en ese entonces que estaban al tanto de los riesgos de viajar en “La Bestia”, por lo cual lo mejor, les parecía, era viajar a pie, en caravana, acompañados por un gran número de personas.
Desde noviembre del 2018, diversas organizaciones no gubernamentales advertían que las autoridades mexicanas hostigaban a los migrantes y en ocasiones los engañaron para deportarlos, sin embargo, varios alcaldes y ciudadanos apoyaron a la caravana migrante.
Las nuevas políticas migratorias de México pintan una actitud distinta y las acciones no reflejan la misma hospitalidad que la de hace seis meses. Las visas laborales del gobierno federal que muchos han esperado nunca se materializaron; redadas de las Policía y autoridades migratorias; los camioneros que los ayuden ahora podrían ser multados. Tan solo el 22 de abril, se registró la detención de 371 personas, incluyendo menores de edad, supuestamente para ser deportados. (Vía: AP)
Ante operativos de autoridades, migrantes regresan a ‘La Bestia’. Reuters/ Jose de Jesus Cortes
“Están abordando el tren otra vez, eso es un hecho”, dijo el padre Alejandro Solalinde a AP. “Va a regresar a ser como era antes, el gobierno no quiere que sean visibles. Si los migrantes se mueven en silencio como una fila de hormigas, los dejarán, pero no van a permitir que se muevan de manera pública o masiva.
“Ya no van a dejar ser a las caravanas”, agregó.
Solalinde, quien lleva décadas luchando por derechos de los migrantes, detectó que justamente, por las nuevas dificultades para cruzar el país, los viajeros se bajan del tren en Ixtepec, Oaxaca, donde se ubica uno de sus refugios.
“La Bestia” solía ser una de las vías más frecuentadas para atravesar el país. Parte de Chiapas y llega hasta Veracruz y durante décadas fue utilizado por migrantes indocumentados pese al número de riesgos en la ruta: el crimen organizado, así como muertes o lesiones por accidentes.
En 2014, las autoridades migratorias comenzaron a organizar operativos para detener a los viajeros de “La Bestia”, por lo que cayó el flujo a través de esta máquina.
Como pintan las cosas, parecería que una caravana migrante como la que se vio en octubre y noviembre de 2018 será cada vez más difícil y nuevamente regresarán a estos caminos donde permanecen tan invisibles como vulnerables a abusos y riesgos de autoridades, la delincuencia y accidentes.