Si algo tiene alarmado tanto al gobierno, como a la población y al mundo entero, es la fuga de uno de los hombres más buscados: Joaquín “El Chapo” Guzmán. Por eso el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tuvo que regresar de Francia inmediatamente, para atender la crisis y hablar en conferencia pública, como lo hizo ayer, cuando dijo una o dos cosas que nos preocuparon bastante.
Y no es para menos, pues en su discurso, Osorio Chong insinuó más de una vez que el penal del Altiplano era perfecta, con todos los estándares internacionales para una cárcel de máxima seguridad, pero que fueron los protocolos de Derechos Humanos quienes ayudaron a que se escapara el “Chapo”… un momento ¿qué?
Dos de las ocasiones en las que se sugirió que era culpa de los derechos humanos que se hubiera fugado el “Chapo” fueron tanto los dos puntos ciegos en la celda como en la no utilización de un brazalete con GPS, pues “la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos no permite el uso de estos brazaletes dentro de los penales”.
La pregunta es ¿alcanza la excusa de echarle la culpa a los derechos humanos? ¿De verdad era imposible para el gobierno cumplir su deber y respetar al mismo tiempo estos derechos?
Si el punto ciego en el baño era un problema ¿por qué no se hacía una inspección rutinaria para verificar que el reo no haga algo indebido en él? Si no se podía tener uno de los brazaletes con GPS, ¿por qué no se ideó otra manera para tenerlo vigilado? Es como si el secretario de Gobernación dijera: o es a nuestra manera o no hay manera alguna.
Pero lo más peligroso de todo esto es una posible campaña en contra de los derechos humanos, arguyendo que estorban para que el estado haga su labor de seguridad.
No es la primera vez que un gobierno utiliza una falla de seguridad para disminuir los derechos humanos de la población: Estados Unidos y su Ley Patriota es el claro ejemplo, y aunque parece que es irnos al extremo ¿de verdad es demasiado alboroto por este tipo de declaraciones viniendo de parte de aquella persona que atiende las crisis internas de nuestra nación?
Creer que los derechos humanos son una debilidad y no algo que debe atenderse (y que enriquecen la vida política y democrática del país) es algo no digno de un político del Siglo XXI.
Claro que Osorio Chong dijo que la principal causa de la fuga había sido la corrupción, pero ¿entonces para qué insinuar que los derechos humanos tenían que ver?
Al final, no sólo el hecho de que el “Chapo” esté libre es lo que nos avergüenza y espanta… también es la manera de pensar de las personas que se comprometieron a atraparlo (otra vez).