En Twitter se viralizó la denuncia de explotación laboral que vivió una empleada de un cine en la CDMX, ‘fue una de las peores experiencias de mi vida’, señaló en su relato.
Y es que la falta de liderazgo y poco presupuesto con el que contaba la distribuidora de películas al momento de su colaboración con la empresa, la llevaron a desarrollar actividades lejanas a su cargo por un sueldo muy bajo y horarios extendidos.
Así lo hizo saber Gaby, quien pese a no mencionar el nombre del cine en el que trabajó, publicó una imagen de Cinemanía, ubicado al sur de la Ciudad de México.
Abuso laboral en el cine
En su hilo de Twitter, la joven explicó que su trabajo en la compañía de cine consistía en llevar las redes sociales del lugar, así como en realizar ‘uno que otro diseño’. Además, hizo saber que, en todo momento fue freelance.
Sin embargo, poco a poco comenzó a hacer tareas por las que no percibía dinero extra y se volvieron parte de sus obligaciones laborales, hasta el punto de terminar realizando las actividades de tres personas ella sola y por un salario de 8 mil pesos mensuales.
El problema comenzó cuando un nuevo elemento del equipo de trabajo se integró como jefe y comenzó a solicitarle que se hiciera cargo de todo lo referente al área de comunicación, por ejemplo, edición de video y materiales digitales.
Gaby señala que pese a ser freelance, esta nueva jefa le exigía horarios extendidos y estar presente de forma definitiva con la empresa, sin importarle asuntos personales o demás clientes que pudiera tener. Lo anterior con modos poco profesionales y de mala manera, según la historia viral.
La situación empeoró cuando Gaby pidió un becario para repartir actividades del área y, debido al poco presupuesto, se le negó esta posibilidad. Sin embargo, tampoco se le delegaron tareas que la llevaron a enfermarse de estrés.
Incluso, la joven que ya no labora más en el lugar también dio a conocer que la mayoría de sus compañeros ha renunciado por las mismas razones y que se puede notar el deterioro del cine por la mala administración y este tipo de acusaciones.
Y es que continúan con malas prácticas laborales que caen en explotación, pues todos los actuales trabajadores realizan tareas de todo tipo, por ejemplo, la proyectista también hace actividades como mesera del lugar. Demostrando que el problema no ha sido resuelto.
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