De acuerdo con datos la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), el año pasado se iniciaron 786 carpetas de investigación por el delito de robo de bicicletas. Esta cifra no sólo representa el mayor número de hurtos de velocípedos en los últimos años, sino que hubo un incremento del 57.5 % respecto a 2014, cuando fueron 499. En el 2013 hubo 536 casos.
Las Delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero e Iztapalapa fueron las que concentraron el mayor número de denuncias el año pasado. Además, en más del 60 % de los casos no hubo violencia, lo que significa que las bicicletas fueron robadas luego de que los dueños las estacionaran en algún lugar.
La PGJDF ha detectado que los ladrones suelen estar vigilando los biciestacionamientos que están cercanos a las estaciones del Metro y en zonas céntricas, como en Paseo de la Reforma y el Palacio de Bellas Artes, así como en las Colonias Condesa y Polanco. Después de cortar cadenas y candados, los ladrones escapan en ellas, las cuales son vendidas completas o en partes.
Y es que ante el aumento de robos de este medio de transporte, los ciclistas invierten hasta más de mil pesos en adquirir candados o cadenas para asegurar sus vehículos, y aún así no se sienten del todo tranquilos. En los biciestacionamientos se puede observar desde el candado más modesto hasta gruesas cadenas cubiertas con malla y candados más elaborados. Algunos incluso utilizan más de un candado y cadena para asegurar sus bicicletas en los lugares donde las dejan aunque sea por unos minutos.
Y aunque algunos lugares son vigilados por la Policía, como en el biciestacionamiento de Bellas Artes, donde al Embajador de Alemania, Viktor Elblin le robaron en noviembre su velocípedo valuado en 40 mil pesos, se siguen cometiendo estos hurtos.
