Juan Manuel Díez, presidente municipal de Orizaba, Veracruz, develó este martes la primera estatua de el General Porfirio Díaz expuesta en un lugar público del país. En su ceremonia, llamó a reconciliarnos con nuestra historia y repatriar los restos del dictador.

Según el edil priistal, la estatua la mandó a hacer con dinero de “su bolsillo“, por lo que el municipio no tuvo que pagar nada por ella. Pero de todas maneras, no la puso en su casa, sino en un lugar público, nada menos que en la “recuperada“ Plaza del Bicentenario. Sí, se trata de la plaza que conmemora los 200 años de la Independencia y los 100 años de la Revolución.

Así que ahora los habitantes de Orizaba tendrán la figura de don Porfirio para recordarles la Revolución. No sabemos qué mensaje se trata de mandar.

El caso es curioso además, porque a pocos kilómetros de Orizaba se encuentra Río Blanco, lugar en donde se llevó a cabo una de las matanzas que se considera antecedente de la Revolución Mexicana. En 1907, el Ejército Mexicano disparó contra obreros (y sus familias) que reclamaban mejores condiciones de trabajo. Se calculan que 800 personas fueron asesinadas ese día. Todo bajo el mando del General Díaz, que ahora tiene una estatua en Orizaba.

El edil agregó que la estatua es un comienzo para pedir a la sociedad mexicana se “reconcilie“ con su historia y pida la repatriación de los restos de Porfirio Díaz, que hasta el día de hoy descansan en París. En su discurso para la ceremonia, Juan Manuel Díez declaró:

“En su mandato, la historia verdadera nos marca claroscuros, pero al final Don Porfirio nos entregó un país mucho mejor del que recibió“

Sin tomar en cuenta que Don Porfirio no “nos entregó“ el país, sino que salió por una rebelión armada; las declaraciones del edil son reveladoras. Finalmente, Porfirío Díaz fue el presidente de la mucha “administración“, pero también el de la mucha represión, empobrecimiento y marginalización de los campesinos y grupos indígenas. ¿Les suena conocido?, ¿algún otro presidente anda por ese camino?