Al menos 2,600 millones de personas y 400 regiones del planeta podrían quedarse sin agua debido al estrés hídrico que enfrentan y que es resultado de la extracción desmedida de agua del subsuelo.
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De acuerdo con un informe de World Resources Institute (WRI), el estrés hídrico se debe al crecimiento de la población, al aumento del consumo de carne, la intensificación de la actividad económica y al no control de extracción de agua.
Este estudio analizó la cantidad de agua extraída de las fuentes subterráneas y superficiales en comparación con el total disponible.
México, Chile y distintas partes de África junto con los puntos más turísticos de Europa podrían ser los principales afectados por la falta de agua y ello implicaría el desplazamiento de millones de personas en el mundo, crearía conflictos e incluso problemas políticos.
Los países de Medio Oriente son considerados los que mayor estrés hídrico tienen; el estudio destaca que la India enfrenta ya ‘desafíos críticos relacionados con el uso y gestión del agua’ lo que representa afectaciones no sólo en la salud, sino en el desarrollo económico.
“Casi un tercio de la población global (2,600 millones de personas) viven en países en situación de estrés hídrico ‘extremadamente alto’, incluyendo 1,700 millones de personas en 17 naciones con escasez extrema de agua“, señala el WRI en su estudio.
Los países con escasez extrema de agua son: Pakistán, Turkmenistán, Botsuana y Eritrea, según los datos obtenidos por WRI.
Sin embargo, la situación de otros países no es mejor. En el caso de México, enfrentamos una situación casi tan grave como la India. Se reporta que 15 de los 32 estados de nuestro país están clasificados como ‘extremadamente escasos de agua’, además de que contamos con un sistema de agua muy frágil.
Chile también enfrenta una realidad en la que 10 de sus 16 regiones han sido clasificadas como ‘extremadamente escasas de agua’, incluyendo su capital, Santiago.
La situación con Brasil es un poco distinta, pues su territorio presenta poco estrés hídrico, pero zonas como Paraíba, Río de Janeiro y Pernambuco, tienen un alto nivel de estrés hídrico.
Entre las causas de estrés hídrico y posible falta de agua en diversas partes de país, están:
- El turismo, que exige a los países más visitados una extracción mayor de agua para sobrevivir todo el año, incluso en los meses más secos
- Demanda de agua, desde la que se usa para los cultivos hasta la que usan las escuelas, hoteles, oficinas de gobierno y casas
- Productos de origen animal, que significan un aumento en el uso de agua para las plantaciones que alimentan a los ganados
- El cambio climático, que las Naciones Unidas catalogaron como un factor que hará menos viable la disponibilidad de agua en el mundo debido al cambio en las temperaturas que representan sequías o lluvias extremas
Rutger Hofste, investigador y realizador de este estudio en el WRI, afirma que aunque es un panorama complicado el que está atravesando gran parte de la población, el destino se puede cambiar con medidas que procuren el medio ambiente, la salud y una buena gestión de recursos en general, pero sobretodo el agua.
¿De verdad vamos a poder cambiar a tiempo lo que hemos hecho con nuestro planeta y el agua o ya vamos tarde a este cambio? Valdría la pena intentar salvar lo que hemos destruido para salvarnos también.