El martes pasado, Rusia utilizó la base de Hamedan, en Irán, para llevar a cabo ataques aéreos contra Siria. El objetivo de los bombardeos fueron las provincias de Alepo, Idlib y Deir al-Zour.
El hecho de que Rusia haya utilizado una base en territorio iraní sorprendió a muchos por las implicaciones políticas y económicas que este gesto tiene.
Ya desde el año pasado, Rusia ha ofrecido al presidente de Siria, Bashar al Asad, apoyo aéreo para combatir tanto a la oposición siria como al Estado Islámico.
Por su parte, el Departamento de Estados Unidos declaró que el uso de la base fue “desafortunado pero no sorprendente”. El portavoz de dicha dependencia, Mark Toner, dijo que el ataque ruso se dirigió principalmente a las fuerzas de oposición que luchan contra Asad y no contra el Estado Islámico, lo que “dificulta más lo que ya es una situación compleja, contenciosa y difícil”.
Para el analista Kamal Amal, este gesto de Irán quiere mandar un mensaje:
“El hecho de que Irán permita usar su territorio es una señal a los países del Golfo (que se oponen a al Asad). Es un hecho más simbólico que táctico.” (Vía: BBC)
¿Será este el primer paso de un acercamiento entre Irán y Rusia?
Con información de BBC.