Anti aborto, casado con su hermana y pro venta órganos… ¿Es verdad lo que se dice del candidato argentino, Javier Milei? Con tantas polémicas protagonizadas por el representante de la extrema derecha, ¿le han inventado declaraciones?
El economista que aspira a la presidencia de Argentina tiene propuestas que polarizan opiniones y desatan debates hasta a nivel internacional.
Tal es el caso del escándalo que invadió su vida personal, cuando fue señalado por la periodista Julia Mengolini por estar supuestamente enamorado de su hermana, Karina Milei.
Incluso, afirmó que el mismo Milei lo había sostenido en entrevistas al defender la idea de que Javier colocaría a Karina como Primera Dama dentro de su gabinete.
Palabras que, por lo visto, se entendieron casi como una propuesta de matrimonio en oídos de sus detractores.
Escándalo que no terminó debido a las risas nerviosas de Karina cuando se le cuestionaba la supuesta relación amorosa con su hermano. Mientras, el candidato que arrasó en popularidad aseguraba que “ella contaba con todas las licencias para el puesto“.
Javier Milei y sus escándalos
Los rumores de incesto del candidato a la presidencia solo se acallaron hasta que se informó que inició una relación amorosa con una humorista argentina llamada Fátima Florez.
Relación que, pese a que llenó de felicidad al candidato, le restó puntos de popularidad por percepción de ‘construcción de relación’. Sin mencionar que fuentes revelaron que la relación con su hermana se fracturó por este hecho y su molestia es imposible de ocultar.
Javier Milei y sus propuestas
Respecto a su polémica por rechazar el aborto y las leyes que, hasta ahora lo protegen en su país, estas declaraciones han sido claras y no ocultan su postura respecto a este derecho que podría terminar de resultar ganador.
Incluso, en entrevistas afirma defender a la familia tradicional y se posiciona en contra de movimientos ambientales por “atentar” contra la reproducción humana.
Javier Milei fue altamente criticado pro proponer legalizar la venta de órganos bajo el precepto de no poder limitar las decisiones de una persona con su propio cuerpo. Aunque esto contrasta con su ideal antiaborto.
“Busquemos mecanismos de mercado para resolver este problema (…) Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo?“, sostuvo.
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