Pelé, la leyenda: De jugar con mangos a tener el gran balón entre sus pies

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Antes de convertirse en leyenda Edson Arantes do Nascimento, mundialmente conocido como Pelé, practicaba futbol con mangos en lugar de balones. 

De acuerdo a diversas biografías de ‘O Rei’, como también era llamado, el astro brasileño nació en una familia de escasos recursos que vivía en las favelas.

Pelé, la leyenda, disfrutaba jugar futbol con sus amigos, incluso con huesos de mangos o con cualquier otra fruta que no explotara al patearla.

En aquel entonces, Edson, quien soñaba con ser futbolista profesional, jugaba sin zapatos y con un uniforme hecho de con sacos de papás. 

De hecho, en entrevista para The Time, Pelé admitió que vio a su padre llorar cuando Brasil perdió ante Uruguay en la final de la Copa del Mundo “Suiza 1950”.

Ese día, entre broma y broma, le prometió que le entregaría la Copa del Mundo, algo que cumpliría ocho años más tarde casi como un guion de película.

Según las reseñas sobre la vida de Pelé, su padre lo motivó para que fuera un jugador extraordinario. Juntos practicaban en un patio donde había árboles de mango.

Ante las carencias de la familia y sin dinero para comprar un balón, ‘O Rei’ aprendió a dominar la fruta con tal destreza que más tarde la esférica no le resultó un reto.

Pelé, el genio que asombró al mundo

Sus habilidades lo llevaron a convertirse en el jugador más joven en disputar una Copa del Mundo. Tenía 17 años de edad cuando integró el selectivo que participó en Suecia “1958”.

Lo demás es historia.

Aquel niño que dudaba en jugar en estadios repletos de gente impuso marcas imbatibles, fundó el estilo “jogo bonito” y se convirtió en el mejor futbolista del Siglo XX, para muchos el mejor de la historia. 

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