Tom Marino, el hombre nominado por Donald Trump para ser el nuevo director de la Oficina Nacional de Política para Control de las Drogas (NDCP), retiró su candidatura después de que el Washington Post publicara una investigación donde se le acusa de haber aprobado leyes que facilitaron el tráfico de opiáceos.
Su decisión se da pocos días después de que esta investigación le acusara de que las leyes que aprobó en 2016 debilitaron directamente el control de la DEA en el combate al tráfico de opioides. Esto, a través de los distribuidores que aprovechaban el marco legal “dudoso” que propicia esta ley para traficar este tipo de este tipo de drogas que, tan sólo el año pasado, mataron a más personas que toda la guerra de Vietnam. (Vía: Washington Post)
Esta crisis de narcotráfico y adicción no fue atendida por Marino, que negoció esta ley justo después de haber recibido fondos para su campaña, demostrando un conflicto de intereses y un nexo con el mercado ilegal de drogas, según el reportaje del Washington Post. (vía: Washington Post)
"He's a fine man. He was a supporter of mine." TRump on Tom Marino @FoxNews No mention of qualifications! https://t.co/7OE1CsrtBU
— Dolores A. (@DeeJargon) October 18, 2017
Evidentemente Trump salió a defender a su gallito, pero el daño ya estaba hecho y no le quedó de otra más que aceptar que su “zar Antidrogas” no tenía nada de zar, aunque aseguró que es un “buen hombre y un gran congresista”. Claro, con su trabajo hizo que una de las organizaciones más fuertes de Estados Unidos perdiera poder en medio de una crisis gigante en el combate a las adicciones) y el narcotráfico… pero es un “gran congresista”. (vía: El País)
La defensa de Marino parece estar sustentada en nada más que el apoyo que le brindó a Trump durante su campaña. El puesto que iba a ocupar, con lo publicado por el WP, simplemente compromete más el papel de Donald Trump en la designación de su equipo de trabajo, que está más cercano de los “fiscales carnales” a los que estamos acostumbrados en México que a las decisiones congruentes… Lo más seguro es que el presidente Trump confiaba que Tom Marino llegaría a su cargo “a aprender”.