El Papa Francisco ya realizó la primer misa del año y en su discurso condenó la violencia machista al asegurar que “herir a una mujer es ultrajar a Dios”, por lo que instó a evitar a la violencia contra las mujeres del mundo.
“Cuánta violencia hay contra las mujeres. Basta, herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer. La Iglesia es madre, es mujer. Por ello desde esta respuesta se puede encontrar el lugar de la mujer en la Iglesia”, declaró el pontífice en su misa realizada en la basílica de San Pedro, en el Vaticano.
En su misa de este 1 de enero, el Papa habló de las mujeres y madres, sobre su fuerza y del trabajo al cuidar a los hijos. En el mensaje se remontó al nacimiento de Jesús, cuando María, tuvo que pasar por el “escándalo del pesebre”, el cual consideró que las personas debían pensar en el sufrimiento de la madre de Dios, pues consideró que fue cruel para ella ver a su hijo “sufrir la miseria”.
“Es desconsolador. No se podría reprochar a María si se hubiera quejado por toda esa inesperada desolación. Pero no se desanimó. No se desahogó, sino que permaneció en silencio”, declaró el líder religioso.
A este comentario agregó que las madres del mundo saben mantener “unidos los hilos de la vida” y aseveró que son capaces de contrarrestar los “alambres espinados de las divisiones” y hacer que los sueños permanezcan unidos.
Luego de su misa, el Papa se acercó a la ventana del palacio apostólico del Vaticano y rezó a los feligreses de la plaza con quienes pidió la paz mundial y que se erradique la guerra y miseria, asimismo, agregó que la paz se construye con base a la atención, la justicia y el perdón.
Finalmente el pontífice recordó que aún se viven tiempo inciertos y difíciles por la pandemia de Covid-19, por las situaciones sociales, crisis ecológicas, de injusticia y desequilibrios económicos, pero reiteró que la paz será el medio para combatir cualquier daño al mundo.
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