El Servicio Postal Mexicano (Sepomex) informó al periódico El Universal que, desde 2013, ha detectado que sus servicios han sido utilizados para el envío de drogas y estupefacientes.
Hay dos cosas que todos sabemos del correo: nunca sabes cuándo o si llegará, y, bien que mal, es un servicio bastante barato. Más por lo segundo que por lo primero, pareciera que varios narcomenudistas han decidido utilizar a esta empresa paraestatal para mantener el anonimato (y, también, para no moverse mucho de sus casas) y hacer llegar cómodamente las drogas que sus clientes necesiten a sus casas. (Vía: MX Político)
https://youtu.be/y3rXWxvpPJo
No sabemos cómo funciona el proceso de elegir: ¿hay un menú?, ¿es una tienda en línea?, ¿a las cuántas órdenes el envío es gratis? Lo que Sepomex sí sabe es que en los costales, en las motos y en los camioncitos de sus carteros se mueve, como dice la canción “tashas y perico”.
El primo de un amigo de Plumas Atómicas nos informa que, de hecho, sí existen servicios en internet que ponen en contacto a dealers con clientes, y éstos envían por correo (legal, ilegal o esos que no son ni uno ni otro) la droga al domicilio del cliente.
Según el Sepomex, la marihuana y el cristal son las drogas que más se envían, mientras que la cocaína y la heroína son las que menos.
En la legislación vigente, la Ley del Servicio Postal Mexicano de 1986, no está explícitamente prohibido el envío de drogas, estupefacientes o cualquier enervante, sin embargo, hay un artículo “paraguas”, en el que se prohibe la circulación por corre postal “los [empaques y sobres] que en su envoltura y los abiertos que por su texto, forma, mecanismo o aplicación sean contrarios a la ley, a la moral o a las buenas costumbres” (Vía: El Universal)
Entonces… ¿mejor agarramos los sobres con guantes o nos ponemos un pasón?