La historia del doctor Tanzler, quien se obsesionó con una de sus pacientes al grado de desenterrar su cadáver para dormir con ella por 7 años ha sorprendido a los usuarios de redes sociales.
La joven que fue profanada de su sepultura fue María Elena Milagro de Hoyos, quien murió a los 22 años a causa de tuberculosis. Pero, ni la muerte detuvo a quien, en vida, habría sido su médico de cabecera.
Con muerte, Elena dejó una profunda tristeza en sus familiares y su viudo, pero ninguno de ellos imaginó que su cuerpo seguiría sirviendo de compañía para el doctor Tanzler, quien se ofreció a pagar el funeral y construir un mausoleo en su honor.

Una historia de amor y obsesión
Corría el año de 1930 cuando Elena contrajo tuberculosis pero pese a la atención médica recibida no pudo sobrevivir a los efectos del mal y murió un año después.
Entre los más afectados por el deceso fue el doctor Carl Tanzler, de origen alemán que, al igual que la familia Milagro de Hoyos también radicó en Key West, Florida.
Según las memorias del doctor, la belleza de Elena lo cautivó, recordando un sueño que tuvo de pequeño donde vio a una mujer hermosa con una cabellera oscura. Mujer que siempre pensó que sería el amor de su vida.
Recuerdo que llegó a su memoria al momento de conocer a Elena, quien ya estaba casada y era mucho menor que él, que pasaba de los 50 años de edad. Sin embargo, esto no fue impedimento para que el especialista le declarara su amor siendo rechazado adecuadamente en todos sus intentos.
The Disturbing Story of Dr. Carl Tanzler #horror #disturbing pic.twitter.com/Cceq7xCVT2
— Seven Souls Paranormal (@OfficialBambiB) October 6, 2021
Un cadáver de compañía
Al morir Elena, el doctor la visitaba en el mausoleo todas las noches y, después de dos años se decidió por fin a llevarla a su casa. Según los relatos que él mismo hizo sobre lo acontecido, se refiere a este momento como ‘una marcha nupcial’.
Pero el cadáver de la hermosa joven ya estaba en creciente estado de descomposición, por lo que el doctor echó mano de sus conocimientos y lo modificó para conseguir un resultado espeluznante.
Le puso ojos de cristal, una peluca negra y la máscara que no le hizo justicia a su belleza viva, incluso, se ha señalado que el cuerpo contaba con un tubo de cartón en el cuello vaginal. Pero el doctor nunca confesó haber sido necrófilo.

La compañía de Elena se limitaba a dormir junto al médico que le cantaba, recitaba poesía y hasta tocaba sus piezas favoritas. Pero esto terminó cuando los rumores llegaron a oídos de los familiares de la occisa.
La policía detuvo al doctor por destruir una tumba de manera arbitraria y maliciosa y sacar un cuerpo sin autorización. Y fue enjuiciado por sus crímenes luego de comprobar su estado mental.
Nueve años después de su muerte, Elena fue enterrada nuevamente en secreto. Mientras que el doctor fue reconocido por la gente como un ‘romántico excéntrico’ y no como un obsesivo.
Los cargos contra el doctor no procedieron y quedó libre, incluso, preguntó si podría devolverle el cadáver de Elena y al recibir un no como respuesta regresó a Alemania. Donde pasó sus últimos años durmiendo con una muñeca parecida a Elena. Y, en redes sociales dicen que fue enterrado con ella.
Con información de: UNILAD
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