Todo comenzó con una publicación de Facebook: el 20 de julio, un usuario subió una serie de tres fotografías de un trabajador de limpieza del Metro, un hombre de la tercera edad, cargaba cuatro cafés y, según el usuario, lloraba porque no había podido comprar los cinco que le habían exigido los funcionarios del Metro.
En redes sociales, la publicación se hizo viral: todos mundo se indignó por la imagen de un hombre mayor siendo explotado por sus superiores. Y pues cómo no: según la publicación original, el señor tenía miedo de que lo ‘castigaran’, haciéndolo trabajar hasta las 9 de la noche.
En Twitter, el Metro respondió directamente a la mayoría de los usuarios que demandaban una explicación: ya se estaba investigando el caso y los responsables tendrían una sanción… El problema es que, a cinco días no ha quedado claro si sí hay sanciones o, siquiera, si hay responsables.
Las personas fueron identificadas, se iniciará el procedimiento administrativo correspondiente para determinar su sanción.
— MetroCDMX (@MetroCDMX) July 24, 2018
Después de mucha (pero mucha) insistencia, por fin pudimos comunicarnos con la Dirección del Metro de la CDMX. Según la dirección de Medios del STCM, no hay ningún procedimiento abierto contra los presuntos responsables porque el trabajador afectado no ha levantado su denuncia correspondiente.
De hecho, la respuesta de la Dirección tiene mucho sentido: por mucho que se haya hecho viral una denuncia de un tercero en redes sociales, si existen los mecanismos dentro del STC para levantar una denuncia por abuso de poder, se debería de seguir el procedimiento.
Las personas fueron identificadas, se iniciará el procedimiento administrativo correspondiente para determinar su sanción.
— MetroCDMX (@MetroCDMX) July 25, 2018
El problema aquí, más bien, fue la publicación en redes del mismo SCT: ¿se decidió responder así para tratar de calmar el enojo de los usuarios de redes o de hecho sí tenían identificados a los posibles responsables pero el proceso se desestimó al no existir esta denuncia?
Por otro lado, en diversas ocasiones y a lo largo de varios años, se han acumulado las denuncias de las pésimas condiciones laborales de los trabajadores de limpia en el Metro: subcontratados por la dependencia capitalina, no tienen derechos ni prestaciones laborales y la fuerza labora se compone, en su mayoría, por personas de la tercera edad. (Vía: Letra Roja)
De hecho, la Dirección de Medios del STC no nos pudo decir el nombre de la o las empresas que subcontratan para la limpieza no sólo de los andenes, sino también de las oficinas y demás instalaciones administrativas.
No esperemos a que @MetroCDMX nos lo anuncie, está situación con el adulto mayor no es de sanción, es un DELITO, art.1, 2 y 3 de La Ley de Derechos de las Personas Mayores, así que exigimos que publiquen fehacientemente el proceso de las personas Abusivas.
— Mag??CDMX (@PapatitoyMatman) July 24, 2018
Un par de usuarios mencionaron la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (LDPAM), a cargo del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Esta ley, aprobada en el 2014, garantiza y delimita los derechos que tienen los adultos mayores y las obligaciones que tiene el gobierno, sus instituciones y la sociedad con ellos.
Sin embargo, esa ley no es el problema aquí, sino la Ley Federal de Trabajo: ésta es la que regula los derechos de los trabajadores sin importar la edad. De hecho, el tema de la edad es otro aparte (y bien complejo) que ya hemos tratado en otras notas.
Las funciones del personal de limpieza dependen únicamente de la empresa proveedora del servicio, y no pueden realizar ninguna otra a menos que ésta les autorice.
— MetroCDMX (@MetroCDMX) July 26, 2018
Autoridades del STCMetro tienen conocimiento, se inició el procedimiento administrativo correspondiente.
Nos queda la duda (porque quisiéramos darle el beneficio de la duda) de si esta falta de comunicación entre el STC y su gente de redes es, justo, una falta de comunicación o si se trató de una medida de contención que no se preocupó de ser veraz.