Por desgracia, para nadie es secreto que las autoridades de Monterrey están de lejos de ser tolerantes con la comunidad LGBT. El día de hoy hostigaron, amenazaron y detuvieron arbitrariamente a una persona del colectivo LGBT… solo por llevar vestido.
Ricardo Andrés Martínez caminaba por el Paseo Santa Lucía, paseando a su mascota, cuando fue detenido arbitrariamente por unos policías que lo intimidaron y hostigaron bajo la sospecha de “ser prostituta”. ¿La presunta razón? Ricardo llevaba vestido ese día.
Ricardo Martínez, quien actualmente es becario del FONCA, incorpora frecuentemente a su vestimenta prendas de mujer, aunque su INE diga que es hombre. En términos estrictos, Ricardo se consideraría genderfluid; y en todo el tiempo que lleva saliendo con vestido o falda, nunca había sido amedrentado de esta forma.
Como lo narra en un post de Facebook, a Ricardo primero le negaron entrar al baño del Paseo Santa Lucía, con el pretexto de que estaba cerrado. Y más tarde ocurrió el atropello:
“Me detienen 2 policías caminando en el [paseo] Santa Lucía y me dicen que hay un reporte de que ‘intenté entrar a los baños con un hombre mayor’ y que el reporte decía que ‘soy un hombre vestido de mujer’“, denunció el guionista en un post.
Sin embargo, el asunto no terminó ahí:
“Entonces bajo esa sospecha de que soy prostituta me hacen un registro de mi bolsa y mi INE, y le toman fotos a la tarjeta de donde trabajo y me tratan como criminal por ir caminando con mi perrita paseando.
Le dije a uno de los policías que no tenía derecho a registrarme porque no había cometido ningún delito y me dice ‘¡Dime cuáles son tus derechos!’“
El asunto terminó de forma más o menos tersa pues no pudieron llevárselo detenido, pero, ojo, igual no lo dejaron ir de inmediato, no: tuvieron que esperar media hora a que llegara el padre de Martínez a que “le explicaran lo que hizo”.
Llevar falda o vestido, diga tu INE lo que diga, no es razón para detener a nadie bajo ninguna circunstancia. Es inadmisible que los policías de Monterrey detengan a alguien por llevar un pedazo de tela y, de paso, lo amedrenten. Nadie tiene derecho a agredirnos por cómo vestimos o por cómo nos identificamos, sea la razón que sea.
Lo que sucedió esta tarde en Monterrey no solo es indeseable, es ilegal. Esperemos que CONAPRED reciba una queja al respecto y que escenas como esta no se vuelvan a repetir en Nuevo León.