El slut-shaming o ‘tildar de prostituta’ es una práctica que lleva muchos años ocurriendo en el mundo y que desafortunadamente está normalizada en la sociedad. Si quieres saber qué es y cómo puedes evitarla, sigue leyendo.

De acuerdo con el medio El Mundo, el slut-shaming son “palabras que se usan para avergonzar a otra persona por alguna conducta sexual considerada reprobable” y algunas feministas también usan el término para referirse al acoso o a la violencia de género.

En palabras más simples, este tipo de violencia consiste en culpar a una persona por mostrar su cuerpo, por su sexualidad o sensualidad y de esta forma violentarla, excluirla o denigrarla.

¿Slut-shaming? Te explicamos qué es y cómo evitarlo
Esta práctica ha servido para justificar a agresores sexuales durante años (Foto: Pixabay)

Aunque este término no es nuevo, tuvo su auge con la llegada de las redes sociales, pues muchas mujeres han sido víctimas de este tipo de violencia a través de estas plataformas, ya sean figuras públicas o no.

Y si piensas que el slut-shaming afecta únicamente a las mujeres que suben fotografías sexys o con atuendos sensuales, estas equivocado, pues cualquier persona puede ser víctima de esta conducta, incluso niñas cuyos cuerpos aún no se han desarrollado.

Desafortunadamente en la sociedad es común juzgar a una mujer solo por ser bonita, sociable, por tener diferentes parejas sexuales o pretendientes, pues esto para muchos es considerado una práctica de una persona “vulgar” o que “no se da a respetar”.

¿Slut-shaming? Te explicamos qué es y cómo evitarlo
El slut-shaming puede causar problemas en el autoestima de quien lo sufre (Foto: Pixabay)

¿Cómo evitar el slut-shaming?

En este tipo de violencia de género es complicado dar una respuesta genérica que pueda terminar por completo con la problemática, pues por desgracia ‘tildar de prostituta’ a alguien es algo que incluso algunas mujeres u hombres lo hacen hasta inconscientemente.

Sin embargo, lo primero para combatir esta práctica sería nunca sumarse al ataque contra otra mujer y defenderla cuando se encuentra en medio de una situación en la que esté siendo juzgada por otras personas por su forma de vestir, de comportarse, por su pasado, por su sexualidad, etcétera.

Pues más allá de la obvia humillación y las consecuencias del sentimiento de rechazo en el autoestima de la víctima, esta práctica incluso ha servido para justificar agresiones de carácter sexual, pues cuántos de nosotros no hemos escuchado: “Le paso por puta”, “Fue su culpa por ir vestida así”, “Es que salía con muchos hombres”, lo cual significa juzgar una vez más a la mujer y justificar al agresor.

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¡Hola! Soy Abigail Torres, pero pueden también decirme Abi. Llevo ya un tiempo siendo redactora en el medio, pues disfruto mucho hablar sobre temas como feminismo, medio ambiente, política, e incluso...