Petro: la criptodivisa fake de Venezuela que podría agravar el desastre
El gobierno de Nicolás Maduro prácticamente está dando patadas de ahogado para lograr sacar al país de la grave crisis económica que enfrentan. Recordemos que ese país enfrenta un contexto...
El gobierno de Nicolás Maduro prácticamente está dando patadas de ahogado para lograr sacar al país de la grave crisis económica que enfrentan. Recordemos que ese país enfrenta un contexto de hiperinflación, el cual podría llegar a 1,000,000% para finales de año, esto según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI); estos niveles inflacionarios derivaron en un plan de rescate monetario que comenzó con una devaluación del bolívar fuerte de 5 ceros, dando paso al bolívar soberano. (Vía: Reuters)
Esta primera medida no ha podido estabilizar el sistema de precios en Venezuela a raíz de, por lo menos, 3 factores: la escasez de productos y servicios básicos; la poca liquidez de dólares del gobierno y del mercado interno y, como consecuencia de todo lo anterior, la pérdida de confianza en la moneda como medio de intercambio.
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Este último punto es fundamental para el funcionamiento de cualquier economía, ya que es en la confianza en el dinero, un presupuesto indispensable en el sistema económico, pero, en Venezuela, el dinero vale más como material de artesanía que como medio de intercambio.
Después de la devaluación que dio a luz al bolívar soberano, se logró mejorar relativamente el poder adquisitivo de las personas, ya que con el billete de mayor denominación, 500 bolívares es posible comprar 30 huevos y un kilo de queso.
Sin embargo, la inflación ha seguido su curso, debido a que esta medida es meramente cosmética, en el sentido de que la nueva moneda solo facilita el comercio y elimina lo que los economistas llaman el “problema de la carretilla”, el cual se da cuando las monedas pierden tanto su valor que se necesita llevarlo en una carretilla para hacer las compras. (Vía: El País)
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Al mismo tiempo, el bolívar soberano se enfrenta también problema de doble escasez: dinero disponible (circulante) y bienes y servicios disponibles en el mercado, es decir, se enfrentan a una reconfiguración del sistema de precios. Si a esto le agregamos las reconfiguraciones salariales (aumento del salario mínimo) tendríamos que un pequeño aumento de la liquidez, derivaría en nuevos impulsos bruscos en la inflación, según cifras de la Asamblea Nacional de Venezuela, la reconversión monetaria no evitó que el mes de agosto cerrara con una inflación del 223%. (Vía: El Economista)
A falta de respaldo real y de confianza en la moneda venezolana, ¿cómo no se le iba a ocurrir al gobierno respaldar al bolívar soberano con una criptomoneda, el petro! Dicha criptomoneda, que funciona a través de blockchain, fue sacada al mercado a principios de este año y está respaldada por las reservas de petróleo, gas, diamantes y oro de Venezuela.
En teoría, actualmente el valor nominal del petro es de 1 petro igual a un barril de petróleo, alrededor de 60 dólares. (Vía: Petro)
Hay varios problemas con esta criptomoneda. De entrada, resulta complicado creer que esta fórmula funcionará si ni siquiera hay confianza en el dinero fiduciario, mucho menos lo habrá en una criptomoneda, que está respaldada en recursos que ni siquiera están siendo explotados, ni existe infraestructura para hacerlo.
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Asimismo, el petro ha resultado ser un fracaso en los mercados internacionales, ya que hasta el momento, ni siquiera es considerada una criptomoneda por quienes evalúan y cotizan esos instrumentos, además de que no ha sido tampoco utilizada.
“El petro entra en la ecuación porque el nuevo bolívar soberano estará de alguna manera asociado o fijado al petro. Lo que tiene de diferente de otras criptomonedas es que la emite el gobierno. Pero también es única en esto: no existe.
Es una farsa, un fraude. Fue lanzada en enero y no se usa para comerciar. Ni siquiera es considerada una criptomoneda por quienes califican las criptomonedas. Por lo tanto, olvídense de esa parte del programa”, señaló en entrevista a Letras Libres, Steve Hanke, Profesor de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, experto en hiperinflación y ex asesor del gobierno de Venezuela de 1995 a 1996.
El petro ha resultado ser un fracaso, a pesar de que Maduro ha dicho que se comerciaron 60% de las criptomonedas, lo cual no resulta creíble, ya que de ser así, la inflación en ese país ya hubiera cedido, debido a que el gobierno tendría un mayor flujo de dólares, lo cual no ha sucedido.
Este fracaso también está asociado a que el respaldo del valor de la criptomoneda (y del bolívar soberano) está en Atapirire, una reserva petrolera que el gobierno asegura que tiene 5 mil millones de barriles de petróleo. (Vía: Forbes)
El problema es que en Atapirire no hay un solo bolívar de inversión para extraer ese petróleo, en ese sentido, el gobierno de Venezuela está respaldando su moneda a partir de una reserva no explotada y que no tiene para cuando serlo, lo cual es como respaldarla con nada.
Esto por supuesto, no otorga la menor certidumbre a alguien que quiera invertir su dinero, ya que lo estaría haciendo en un bien completamente inmaterial, ya que no hay correspondencia entre el token y la materia prima.
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En resumen: si tu moneda no está respaldada por nada, no tiene confianza y nadie la usa, tu moneda no sirve. El cacao podría ser una moneda real, por ejemplo, siempre y cuando la gente que la usa confíe en ella.
Paradójicamente, en Venezuela la moneda que en realidad vale es el dólar americano, ese es el verdadero rey, ya que quien tiene acceso a esa divisa, prácticamente tiene acceso a todo. Sí, la economía venezolana ya está dolarizada, tal como lo explica Hanke:
“Maduro tiene credibilidad nula, no le creen. Hay mucha confusión sobre cómo se va a implementar esto y qué es lo que realmente va a ocurrir. Ha generado todavía más preocupación entre la población. La realidad es que el país ya está dolarizado. […] El dólar es el rey. Diría que las criptomonedas son una pequeña nota al pie en esta historia, en el mejor de los casos”. (Vía: Letras Libres)
Un dato curioso: varios estudios científicos han determinado que la minería en el blockchain es altamente contaminante ya que hacerlo requiere de mucha energía eléctrica para tener funcionando las máquinas. El problema es que Venezuela tiene problemas hasta con el suministro de energía eléctrica. ¡Su moneda no se puede minar si no hay luz!