Cada semana respiramos una tarjeta de Metro debido a los microplásticos en el aire
Los microplásticos se encuentran en la comida, las bebidas y el aire.
Parece algo difícil de creer, pero la realidad es que los mexicanos ingieren una tarjeta del Metro cada semana, y esto se debe a la gran cantidad de microplásticos que se encuentran en el aire de la Ciudad de México.
De acuerdo con el medio Corriente Alterna de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en noviembre de 2021, la secretaria de Medio Ambiente de la CDMX, Marina Robles, informó que cada habitante de la capital ingiere una cantidad de microplásticos equivalente a los 5 milímetros de diámetro, lo cual podría traducirse en una tarjeta de Movilidad que se usa para el Metro y otros servicios de transporte.
Precisó que cada semana, estos pequeños plásticos se introducen al cuerpo a través de bebidas y alimentos que se ingieren, pero también por el aire que se respiran.
Los microplásticos miden entre 39 micrometro a 5 milímetros (Foto: Cuartoscuro)
La UNAM indicó que en el aire de prácticamente toda la Zona Metropolitana del Valle de México, flotan partículas de plástico, esto con base al artículo de las científicas Shruti Venkata y Gurusamy Kutralam, ambas de la India, que publicaron en noviembre de 2022 en la revista Science of The Total Environment.
En este documento confirmaron que los plásticos que ingieren las personas varían entre los 39 micrometros y los 5 milímetros, asimismo, especificaron entre los materiales que se encontraron está el celofán, PE, PA, PET y celulosa.
Los mexicanos ingieren una tarjeta del Metro debido a la cantidad de microplásticos en el aire (Foto: Cuartoscuro)
¿Cómo se detectaron?
Las investigaciones aún son pocas, por lo que aún es incierto cuáles son los efectos a la salud que provocan estas micropartículas. La universidad señaló que tan solo en marzo de 2022 es que descubrieron los pequeños plásticos en la región inferior de los pulmones de las personas, específicamente en los alvéolos, que son los que nos permiten respirar.
Patricia Medina, investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) precisó a Corriente Alterna que estos microplásticos que ingieren las personas son como si “pusieran una bolsa de plástico en los alvéolos y no puedes intercambiar adecuadamente oxígenos ni sacar dióxido de carbono”.
Hasta ahora, no se conoce qué ocurrirá en el futuro, si estos microplásticos los destruye el cuerpo o si se acumularán más y más conforme pasen los años.
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