Tras la publicación de Notimex en la que pareciera “denunciar” a los beneficiados del FONCA, surgió #YTúQuéHicisteConElFonca, incentivada por la escritora Paula Abramo que busca visibilizar las obras que las becas han posibilitado.

A críticos y artistas no pareciera molestarles que Notimex haya enlistado a los beneficiarios de las becas, al fin y al cabo, la información es pública y abierta a todo público. Lo que les molesta, parecen decir los cientos de publicaciones tras la nota de la agencia mexicana de noticias, es el tono juicioso que se hace al respecto, pues pareciera una “criminalización de la cultura“, una acusación directa a aquellos con la suerte y el talento de haber conseguido la beca.

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Porque sí, aun con todas las críticas que se le pueden (y deben) hacer al FONCA y sus criterios, obtener una beca es, como dice la poeta Maricela Guerrero, un motivo de orgullo y generosidad. La beca posibilita la creación artística en un tiempo donde sólo se privilegian aquellas creaciones con un importante capital económico y, como bien saben quienes se dedican a las humanidades, eso no pasa con el arte. (Vía: Revista Común)

Como escribe atinadamente Vivian Abenshushan, escritora y editora, “miles de artistas y trabajadores culturales en el país no tienen seguridad social, laboran dobles o triples jornadas, es probable que no lleguen a fin de mes y seguro no tendrán una pensión para una vejez digna“.

Las becas del FONCA, entonces, permiten seguir creando aun cuando el trabajo artístico no es bien recibido, bien pagado, bien apreciado. 

Ganar una beca del FONCA, aunque posibilita un ingreso estable durante un año, no asegura ningún éxito posterior. Las creaciones artísticas contemporáneas se encuentran constantemente con dificultades de distribución, con falta de público, con que no son parte de los ya establecidos “círculos”. Aun los espacios que posibilitan la distribución artística, como La Tempestad y Terremoto, subsisten únicamente con el apoyo constante de sus lectores.

La publicación de Notimex suscita una polarización de las opiniones: perseguir o defender a los creadores. Sin embargo, ¿la defensa se extiende a todos los que han ganado la beca, aun sin ganar algún premio o, en su defecto, publicar un libro? ¿Sólo son valiosas las obras que han sido nacional e internacionalmente reconocidas?

Además de defender al FONCA por todo lo que ha posibilitado, también sería necesario permitir la creación de proyectos que “no producen dinero”. Que el arte no se rija por el capital económico hipotético desde su concepción, sino que se rija por su potencial artístico y crítico.

Si ganar una beca del FONCA, que era un motivo de orgullo, ahora se ve penado socialmente, ¿qué pasará con todos los artistas que no han pasado por esa institución? ¿Su trabajo es ahora más valioso por no tener apoyo gubernamental? ¿Su trayectoria es más admirable por haberse enfrentado al mundo artístico en solitario? ¿O simplemente serán desplazados junto con demás creadores artísticos en un país que coloca al arte como última prioridad?

Creadores reaccionan ante infografía de notimex
Reacción en redes ante #YTúQuéHicisteConElFonca (Imagen: Twitter)

Los cortes a la cultura desde el Estado que ha realizado la 4T que incluyen despidos arbitrarios y la huelga de la Biblioteca Vasconcelos obligan a los artistas a defender su trabajo a partir de su mérito económico.