El 7 de junio de 1999, el conductor de TV Azteca, Paco Stanley, fue asesinado en calles de la Ciudad de México (CDMX). A 24 años de su muerte, ¿cuáles son las hipótesis del caso que conmocionó al país?
Aunque el homicidio ocurrió hace más de dos décadas, el tema regresó a la conversación nacional porque este miércoles se estrenará la serie documental que narra las últimas horas con vida del presentador.
Y es que muchas fueron las teorías que surgieron sobre el asesinato de Paco Stanley, un caso que nunca se resolvió por diversas irregularidades en el proceso de investigación.
Algunos rumores citados por Publimetro, refieren que el homicidio ocurrió porque el conductor se habría metido con la mujer de otro y el afectado tomó venganza.
También se habló sobre los supuestos celos laborales de sus compañeros Mario Bezares, Jorge Gil y Paola Durante, quienes habrían planeado el asesinato.
Esta última hipótesis adquirió mayor credibilidad en su momento, porque Mario Bezares acompañó a Paco Stanley al restaurante donde minutos después lo ejecutarían.
Además, Bezares no estuvo presente en el ataque porque fue al baño y cuando regresó su compañero de trabajo ya había muerto al interior de su automóvil.
Un par de meses atrás, Paco Stanley y Mario Bezares fueron amenazados por dos sujetos que portaban armas de fuego.
¿Qué dice la justicia sobre la muerte de Paco Stanley?
Lo cierto es que la Fiscalía de la CDMX planteó dos líneas de investigación: venganza y un probable ajuste de cuentas.
Y es que desde el reclusorio Sur, el interno Luis Gabriel Valencia, cocinero de los narcos de apellido Amezcua, señaló a sus patrones y a Mario Bezares, Paola Durante, Erasmo Pérez, como responsables del asesinato.
Un par de meses después, en agosto del 99, Erasmo Pérez Garnica “El Cholo” fue detenido como presunto autor material del homicidio de Paco Stanley.
“La PGJDF afirma que la vinculación de Stanley con el narcotráfico no se limitaba al consumo y posesión de cocaína, sino que la dependencia tiene constancia de la estrecha relación personal entre el conductor y el narcotraficante Amado Carrillo”, se narra en el libro Análisis sociológico: caso Paco Stanley, de la escritora Angélica Cuellar.
Sin embargo, en el año 2000, Luis Gabriel Valencia se retractó de las acusaciones. Antes había denunciado tortura por parte de las autoridades del penal de Perote, Veracruz.
Fue así que el 25 de enero del año siguiente, un juez notificó a los inculpados que las pruebas presentadas en su contra no le permitían acreditar su participación en el asesinato de Francisco Stanley y se ordenó su liberación.
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