Uzielito Mix, Michael G y Chino el Gorila (sí, esos son sus nombres de cantantes) grabaron el video musical de “Se Menea” dentro de las instalaciones de la Facultad de Psicología.
Esto, por supuesto, salió sin ningún problema dentro de la estrategia de promoción de estos reggaetoneros, pero pronto se enteraron que la Facultad los anda buscando porque… eso es una violación al reglamento de la UNAM.
Y, tranquilos, lo que persigue la Universidad no tiene nada que ver con Mikel Arriola o con Alex Syntek, sino porque se hizo la grabación de este material sin la autorización correspondiente, por lo que se han ganado una sanción.
Esto está estipulado en el documento de “Autorizaciones y permisos para la realización de eventos promocionales, filmaciones y tomas fotográficas en espacios de la UNAM”, que establece que:
Así mismo, la Facultad lanzó un comunicado en el que explicó que fracción de qué reglamento se estaba violentando, aunque su principal interés era dejar muy en claro que ellos no dejaron que eso sucediera.
Claro, porque el principal reclamo contra la publicación de este video fue contra la escuela, por haber dejado que eso sucediera, cuando se trata de una gran institución educativa, no de un CONALEP (lo que sea que eso signifique):
Ahí quedó demostrado (por supuesto que no) que el principal motivo de estar en contra de esto era el mal uso de las instalaciones porque son patrimonio.
Aunque durante la grabación, que se nota que se hizo con un equipo nutrido de personas, así como material de grabación como un drone, no hubo autoridad alguna que frenara esto.
Solamente al momento de la publicación fue que la Facultad se pronunció en contra, pero de asegurar que no dio autorización como prioridad, no sobre la violación de reglamento, porque ni las instalaciones ni el mobiliario fue dañado en ningún momento.
El problema no es el Reggaetón, es tu clasismo
Existe una mistificación casi beatificante de lo que significa la UNAM. Lo que la convierte para muchos en un santuario, aunque solo se trate de una institución educativa, que tiene áreas protegidas por ser Patrimonio de la Humanidad, como los murales de Rectoría, Biblioteca Central y la Torre de Humanidades II.
Aunque Uzielito y sus compañeros quebrantaron una reglamentación existente dentro de la UNAM, es común que se realicen grabaciones dentro de la UNAM, hasta para trabajos escolares, que en su mayoría no se ven entorpecidos por este fenómeno extraño, que pertenece más a un juicio de clase, no de verdadero interés en el espacio protegido de la Universidad.
Con información de Excélsior
