Una marcha se llevó a cabo frente el jueves frente a las instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) de la Ciudad de México en rechazo al acuerdo entre el gobierno capitalino y Aribnb. “Estamos siendo desalojados de nuestro país”, fue una de las primeras consignas.
La protesta la convocó el colectivo Gatitos contra la Desigualdad, quienes denunciaron que este acuerdo provocaría un aumento en el desplazamiento de personas de bajos recursos, mientras se experimenta un aumento en las rentas en algunas colonias y una mayor gentrificación, cuando el Gobierno de CDMX señaña que se busca atraer el turismo “creativo” y a los “nómadas digitales”.
Máximo Jaramillo, representante del colectivo, aseveró que las rentas suben cada vez más en la CDMX sin que las personas puedan llegar a pagarlas, “cuando vemos que hay grandes capitales que están invirtiendo, obteniendo las ganancias más altas, mientras las personas vivimos hacinadas, sin que podamos tener ya no solo una compra de una vivienda sino rentar una vivienda”.
“La vivienda ya no importa como un lugar para vivir, si no como un activo financiero. Solo importa construir, acaparar y especular aunque eso deforme la organización de la ciudad y afecte las opciones de vivienda”, añadió.
Jaramillo denunció además que algunas empresas ofrecen rendimientos de hasta 20% anuales, pero se construyen viviendas de menos de 40M2. “El mercado de arrendamientos se concentra en unas cuantas manos, el 99% de los ingresos se van al 10% más rico de la ciudad, y el 62% se quedan solo en el 1 por ciento, esto sin duda es una lucha de clases”, dijo.
A la marcha también acudió Carla Escoffié, directora del Centro de Derechos Humanos de La Facultad Libre de Derecho de Monterrey, quien acusó que el 58% de los arrendamientos no tengan contrato escrito. De igual manera, indicó que no solo se trata de la vivienda en propiedad, si no que debe haber políticas públicas en materia de arrendamiento y de cooperativas de vivienda, “no co-living, ni viviendas condicionadas como nos quieren vender, necesitamos cooperativas de vivienda, espacios decididos colectivamente”.
¿Blanqueamiento territorial en México?
Sergio González, simpatizante de la protesta, declaró que las acciones que ocurren en la ciudad pertenecen a un “proceso de blanqueamiento territorial”, que se evidencia con el convenio para atraer a los ‘nómadas digitales’, el cual consideró grave por no ser transparente la información de la alianza con Airbnb.
“El gobierno de la Ciudad de México nos está fallando por voluntad, porque estos diálogos los hemos venido teniendo desde que entró Pablo Benlliure a la Seduvi y estaba al frente de la parte de vivienda, y si bien incorporó en su proyecto de vivienda incluyente un 30% que después se bajó a un 20%, es un programa que no ha funcionado, es un programa que queda corto“, agregó.
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