En conferencia de prensa, el procurador del Distrito Federal, Rodolfo Ríos, anunció que se ha capturado al presunto responsable del cuerpo que amaneció colgando en Iztapalapa. El supuesto asesino se llama Ángel o Alejandro Gutiérrez.
Según el procurador, la víctima fue asesinada en un vehículo, y más tarde fue colgado del puente de La Concordia en la delegación Iztapalapa. Se trata de una camioneta encontrada algunos metros alejada del sitio en donde el cuerpo fue avistado. Presuntamente, en esa camioneta (Voyager, blanca con franjas cafés) había guantes quirúrgicos, manchas de sangre y elementos balísticos que coinciden con las marcas de disparos encontrados en el cuerpo de la víctima.
La persecución y la captura de Ángel o Alejandro Gutiérrez se logró gracias a la localización de un testigo que supuestamente lo identificó. El inculpado cuenta con antecedentes penales, y fue capturado el pasado 24 de octubre; después de que unos días antes (el 19 de octubre) la Ciudad de México amaneciera con un cadáver colgando del puente de La Concordia. En las próximas horas se ejercerá acción penal por parte de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio.
Se informó que el detenido será presentado ante la autoridad jurisdiccional, ubicada en el Reclusorio Oriente, a pesar de que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) había sugerido que el homicidio estaba relacionado con disputas dentro del mismo Reclusorio. En la conferencia no se tocó el tema, pero, ¿por qué se lleva al presunto culpable al mismo sitio donde supuestamente se originó el conflicto?
Recordemos que tanto en este caso como en el del cadáver encontrado en la calle Congreso de Chilpancingo Sur, esquina con el andador José Pagola se reportaron mensajes en los que se señalaba que los asesinatos e habían producido por conflictos en el Reclusorio Oriente. ¿La PGJDF olvidó ese detalle? ¿No hay mejor manera de manejar al detenido que llevarlo a donde probablemente se originó el foco del conflicto?