En la isla Príncipe de Gales de Alaska, durante el invierno pasado, la mayoría de los lobos que habitaban en la reserva de Tongass fueron asesinados de forma legal por cazadores de pieles. Se estima que se trata del 97% de la población de lobos de la zona.
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Grupos conservacionistas llamaron al Servicio Forestal de Estados Unidos a tomar acción para proteger a las poblaciones de lobos que viven en el área, pues durante la temporada de caza de 2019 a 2020 la mayoría de los lobos de la especie Alexander Archipelago fueron asesinados. En 2018 se estimaba que 170 lobos vivían en Tongass.

Además de la caza legal e ilegal, los lobos de la isla enfrentan otras amenazas, como la destrucción de su hábitat por la tala y la construcción de caminos. Como informa Newsweek, entre 1994 y 2014 la población de lobos disminuyó dramáticamente: de 336 a 89. Para el año 2017 aumentó a 225 y, a finales de 2018, ya había 170.
Ahora, la gran mayoría de esos lobos que lograron recuperarse se perdieron durante la temporada de caza.
Las organizaciones sin fines de lucro Defenders of Wildlife, el Centro para la Diversidad Biológica y el Consejo de Conservación del Sureste de Alaska señalaron que se trata de un récord en el número de lobos muertos durante la temporada de caza invernal legal. Sin embargo, sus datos no incluyen los potenciales asesinatos ilegales que, como señala Newsweek, no son poco comunes.
