Según investigadoras y académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) las mujeres aún son presionadas para ser madres. Tanto cultural como socialmente se enseña a las mujeres que la maternidad no es una elección, sino una obligación.
Según los datos difundidos por las investigadoras y académicas, la fecundidad en México disminuyó de 6.9 hijos por mujer en a década de 1960 a 1.9 hijos en 2020. En este sentido, cada vez más mujeres deciden no ser madres o sólo maternar a una o dos crías. Esto debido a las condiciones económicas y sociales en las que se desarrollan. Sin embargo, aún se presiona a las mujeres para que sean madres. La presión es tanto cultural como social, pues se presenta a la maternidad como una obligación o etapa necesaria en la vida de las mujeres.
A lo largo de su vida las mujeres escuchan frases que cuestionan su valía como persona tan sólo por no ser madres. Inclusive hay quienes señalan que no serlo podría traerles ciertas consecuencias en temas de salud. Pensemos en la frase: “Útero que no da hijos, da tumores“. Cada uno de estos prejuicios suelen ser más violentos en difrentes entidades de la República Mexicana. La investigadora Meléndez Elizalde explicó que en la Ciudad de México la tasa de nacimiento es de 1.2 hijos por mujer. Mientras en Chiapas es de 2.7, en Guerrero es de 2.3.
“Influyen muchos factores culturales, por ejemplo, Ciudad de México tiene el nivel de escolaridad y profesionalización más alto del país, de ellas y ellos, lo que se refleja en estas cifras”, reveló la investigadora.
La académica cree que en 2050 el número de hijos se mantendrá a 1.7 por ciento a nivel nacional. Esto se debe a diferentes condiciones sociales. Por ejemplo, el feminismo que promueve el desarrollo emocional, profesional y económico de la mujer que, muchas veces, no va de la mano con la crianza. Aunado a ello, se encuentra la educación sexual, uso y distribución de métodos anticonceptivos.
“Justo son estos datos los que nos hacen comprender el por qué muchas deciden postergar la maternidad, pues saben que luego va a ser mucho más complejo escalar en lo escolar y lo laboral”, explicó la académica.
Hay muchos prejuicios alrededor de la maternidad, algunos empleadores no contratan a las madres o mujeres embarazadas. Asimismo, es innegable que una familia pequeña tiene una mejor calidad de vida. Finalmente, la violencia de género que experimentan las madres es uno de los motivos más imponentes al momento de decidir no ser madres.
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