En Nueva Zelanda, Reino Unido sacrificaron a la alpaca Gerónimo para evitar una posible transmisión de tuberculosis bovina. Este caso provocó una gran polémica en redes sociales y en la comunidad, pues los animalistas estaban en contra del sacrificio del animal.
Durante cuatro años se llevó a cabo un litigio por el ministerio británico de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA). En éste se discutía si debía o no sacrificarse a una alpaca llamada Gerónimo, ésta tenía tuberculosis bovina. Finalmente se decidió sacrificar al animal para evitar la posible dispersión del virus. En 2017 La granjera Helen Macdonald importó a Gerónimo, la alpaca, a Reino Unido desde Nueva Zelanda. La alpaca había dado negativo a tuberculosis bovina en cuatro ocasiones.
Una vez que la alpaca se encontraba en la isla, Macdonald sometió a la alpaca a un nuevo test. En esta ocasión, el test dio positivo. El resultado positivo se repitió en otro test. Esto derivó en la orden de ejecución del animal. Desde ese año, la alpaca permaneció en cuarentena para evitar la dispersión del virus. Macdonald peleó esta decisión en los tribunales, dicha pelea legal tuvo un costo cercano a las 80 mil libras, es decir, los 94 mil 350 euros. Según su postura, los exámenes a los que fue sometida la alpaca eran inexactos, por tanto, eso no era suficiente para acabar la vida con el animal.
Finalmente, a mediados del mes, Macdonald perdió el caso, sin importar las 100 mil firmas que se juntaron para evitar el sacrificio del animal. Sin embargo, los expertos señalaron que era preferible evitar la dispersión del virus. De modo que, el animal fue sacrificado.
***
Sigue la discusión masiva en nuestro canal de YouTube