Hay personas que tienen momentos cruciales que les dan un giro a su forma de vivir, y así pasó con el joven Samuel Rodrigues a quien le cambió la vida tras explotarle un cohete en el rostro.
Con tan solo 19 años de edad, el joven vio su vida cambiar, si bien un momento fue algo trágico, ahora las cosas pintan mejor para él. A su corta edad comenzó a trabajar como técnico en iluminación en Brasil. Era conocido por tener un futuro prometedor al ser considerado como una persona muy hábil que ya le merecía un rápido ascenso.
Por el 2012, su trabajo era tan bueno, que las empresas se peleaban por él; sin embargo, las cosas cambiaron tras el festival de música celebrado en Goiás. En el evento de aquel noviembre, Samuel acudió para realizar su labor de encender las luces del escenario cada vez que saliera un artista.
Su trabajo era sencillo, al menos para él, permanecer a 15 metros de altura para activar los mecanismos de iluminación. Para este concierto, había fuegos artificiales, pero nadie sabía que estaban colocados sobre el escenario y lo descubrieron de una mala manera.
Justo al finalizar el festival y cuando Rodrigues se quitó las protecciones de seguridad, comenzaron a dispararse los cohetes y uno de ellos le pegó directamente en el rostro. Según describió, el impacto fue como recibir un puñetazo que hizo que lo hizo desmayarse en el escenario.
Luego de que el staff acudiera a apoyarlo para bajarlo, éste despertó y se percató que todos lo miraban con asombro, algunos lloraban; y otros, volteaban la cara, hecho que lo hizo preocuparse. Tras ser llevado al Hospital de Clínicas de la Universidad Federal de Goiás, y atravesar una cirugía de casi 24 horas, se supo que Samuel perdió la nariz, parte de los dientes y huesos de su cara, el ojo izquierdo y el derecho solo con el 20% de vista.
“Debajo de los ojos perdí prácticamente todos los huesos. Me pusieron una malla de apoyo en el globo ocular. El trauma que tuve en la cara fue surrealista“, declaró.
Pero tras su fuerte shock, Samuel supo salir adelante con el apoyo de su familia y comenzó a compartir su historia en redes sociales, incluso dejó de esconderse y apareció en una transmisión en vivo en la plataforma TikTok, en esta contó que desde hace 10 años superó la situación, ahora está casado y es padre, recibe una remuneración económica y las redes lo trataron de forma amable.
Actualmente el joven cuenta historias sobre su vida, bromea junto con sus 62 mil seguidores en TikTok y en Instagram ya tiene con 53 mil followers, con quienes comparte datos de cómo superar cualquier adversidad de la vida.
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