Una mujer que sufría de arritmias y bipolaridad se arrancó los ojos durante un episodio de psicosis impulsado por el consumo de metanfetamina.
Todo ocurrió hace un par de años cuando Kaylee Muthart tenía 17 años de edad, bebía en exceso y profundizó su experiencia en el mundo de las drogas.
La mujer que estaba sumida en una depresión severa decidió probar la metanfetamina y poco a poco cayó en una espiral peligrosa hasta que terminó sacándose los ojos.
De acuerdo al portal de Excélsior, una tarde, luego de consumir una dosis peligrosa, la joven, extremadamente religiosa, realizó “un sacrificio” para salvar a la humanidad.
Y como la escena de una película de terror, de aquellas dirigidas por Quentin Tarantino, Kaylee Muthart se arrancó los ojos.
“Creo que las drogas aminoraron el dolor”, reveló a medios estadounidenses tras su recuperación.
Una joven que se encontraba trabajando en la iglesia local presenció la horrible escena y fue quien llamó a los servicios de emergencia.
Sin embargo fue demasiado tarde porque los médicos no pudieron hacer nada para salvar sus ojos y lo único que lograron fue evitar que se dañar el nervio óptico.
Fue así como la joven Kaylee quedó ciega, pero con una nueva oportunidad de vida.
Cuando tocó fondo, la mujer ingresó a un centro de rehabilitación y más tarde recibió un ojos prostéticos.
“Sigo siendo yo, me levanto cada mañana y tomo una taza de café que yo misma preparé. Toco la guitarra, sigo siendo yo”, afirma.
Kaylee, ahora de 19 años de edad, es mamá de una pequeña. Por ello, afirma, que lo único que extraña es poder ver la sonrisa de su hija.
En la actualidad, la joven asiste a una escuela para personas con ceguera y brinda conferencias para concientizar sobre el abuso de las sustancias nocivas.
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