Un refugio prehistórico conocido como dolmen, emergió de las aguas de un embalse en Cáceres, España. El “Stonehenge español” tiene entre cinco y siete mil años de antigüedad. Arqueólogos aprovecharon para realizar tareas de investigación y conservación.
El embalse de Valdecañas, una acumulación de agua producida por una construcción en el río, cubre en su totalidad el dolmen de Guadalperal. Sin embargo, cada cierto tiempo, generalmente por sequías prolongadas, el monumento emerge para fascinación de los científicos e historiadores, informó el portal RT.
El monumento megalítico está conformado por 140 piedras, con un pasillo de 21 metros de largo desde donde se accede a una cámara ovalada de unos cinco metros de diámetro.

“Los trabajos de investigación ayudan a entender desde el punto de vista arqueológico cómo funcionaba ese paisaje, como la gente vivió en esta zona hace 6.000 años”, dijo para EFE el arqueólogo y profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, Enrique Cerrillo.
Según investigadores, el “Stonehenge español” quizás fue un templo solar o un cementerio de enterramientos colectivos que fue descubierto por el arqueólogo alemán Hugo Obermaier entre 1925 y 1927.
Sin embargo, en 1963, Francisco Franco ordenó la construcción del embalse ocultando el dolmen bajo el agua.

El monumento fue visto por última vez en agosto de 2019, cuando una sequía lo dejó al descubierto, así como los daños sufridos por estar tanto tiempo sumergido.
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