Este fin de semana se llevó a cabo la segunda parte de la votación argentina para designar presidente. 32 millones de ciudadanos acudieron este día a presentar su voto en las urnas. Según los primeros resultados oficiales, el ganador resultó ser: Mauricio Macri, nuevo presidente de Argentina.
Hace casi un mes, presentamos en Plumas Atómicas un panorama general del horizonte electoral en Argentina (que puedes leer completo aquí). Haciendo un breve recuento, recordamos que los candidatos más fuertes para la presidencia eran dos: Daniel Scioli, antiguo vicepresidente de Néstor Kirchner, con el Frente para la Victoria y Mauricio Macri, de la alianza Cambiemos. Como ambos políticos mantienen distancia crítica del kirchnerismo, los pronósticos apuntaban que el gobierno argentino cambiaría radicalmente y no seguiría el camino marcado por el mandato anterior.
El proceso electoral argentino es distinto al de México. Desde 1994, la nación argentina creó un sistema de balotaje (segunda vuelta que se realiza entre los dos candidatos más votados cuando nadie ha obtenido la mayoría requerida). De acuerdo con información recogida por El País:
Para ganar en primera vuelta, un candidato debe obtener más del 45% de los votos o entre el 40% y el 44% con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el segundo.
En las elecciones de 1995, en 1999, 2007 y 2011 el candidato electo triunfó desde la primera vuelta. Sin embargo, los resultados obtenidos en la presente contienda requirieron de la aplicación del balotaje. Es por ese motivo que los argentinos tuvieron que volver a salir a las calles hoy a refrendar o modificar su elección. Esta votación fue histórica para Argentina, ya que fue la primera vez que se aplicó esta medida por la apretada disputa en la elección presidencial.