Blake, un niño de 7 años en Fort Worth, Texas, recibió la Navidad alojado en un refugio para personas que sufren violencia doméstica e hizo un encargo muy especial a Santa Claus este año: un buen padre.
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Hace unas semanas, Blake y su madre dejaron su hogar para huir de la violencia. Navidad se acercaba y como muchos niños en el mundo, Blake hizo una carta para Santa Claus.
En las primeras líneas, el niño relata la travesía que tuvieron al dejar su casa, para luego expresar las secuelas emocionales que han quedado en él a causa de la violencia.
Finalmente hace los respectivos encargos navideños, entre los cuales incluye tener “un buen papá”, esperando que Santa pueda atenderlos.
El mensaje fue descubierto por la madre en la mochila del pequeño ya estando SafeHaven of Tarrant County, refugio donde acudieron. Conmovida, decidió mostrarlo a un miembro del personal del lugar y a través de la cuenta oficial de Facebook del refugio se hizo pública la carta.
“Querido Santa:
Tuvimos que dejar nuestra casa. Papá estaba enojado. Tuvimos que hacer todos los quehaceres. Papá consiguió todo lo que quiso. Mamá dijo que era tiempo de irnos y que tenía que llevarnos a un lugar más seguro donde no tuviéramos que estar asustados.
Yo sigo nervioso. No quiero hablar a los otros niños. ¿Vendrás esta navidad? No tenemos nada de nuestras cosas aquí. ¿Puedes traer algunos libros de capítulos, un diccionario, una brújula y un reloj? También quiero un papá muy muy muy bueno. ¿Puedes hacer eso también?
Con amor, Blake”
La foto de la carta tuvo bastante respuesta de los usuarios, quienes apoyaron por medio de donaciones para que el pequeño Blake tuviera justo lo que pedía, al menos, en los bienes materiales.
SafeHaven of Tarrant County también hizo un llamado pidiendo ayuda para las 117 mujeres y niños que se encuentran en el refugio durante diciembre.
Según comenta para CNN, Kathryn Jacob, presidenta de SafeHaven of Tarrant County, durante los festejos navideños se eleva la demanda de personas necesitadas de los servicios del refugio, porque los padres no quieren romper con el ciclo escolar de sus hijos.
“Creo que los adultos víctimas de violencia doméstica son precavidos y estratégicos (…) Podemos no entenderlo completamente, pero creo que es porque usualmente no quieren interrumpir la vida académica de sus hijos, así que lo hacen (irse) cuando hay vacaciones escolares”, explica Jacob. (Vía: CNN)
No es una decisión al azar, pues las niñas y niños que habitan en hogares donde sufren violencia doméstica, suelen enfrentarse a más problemas de rendimiento escolar que aquellos que gozan de un ambiente familiar más saludable.
A pesar de ello, las heridas formadas por vivir en un hogar disfuncional pueden afectar independientemente de si sucede dentro o fuera de la temporada vacacional.
Un estudio publicado por la Revista Interamericana de Psicología, explicó que los niños que viven maltrato familiar, presentan un mayor nivel de materias reprobadas y gozan de menos aceptación social, frecuentemente implicados en acoso escolar tanto en papel de víctimas, como de abusadores.
En 2017, Unicef reportó que en todo el mundo, uno de cada cuatro niños menores de 5 años (176 millones) viven con una madre que es víctima de violencia de pareja.
Con información de: CNN