Katherine Johnson, una matemática que era una de las “computadoras” humanas de la NASA y una heroína desconocida de los primeros días de la agencia espacial, murió el lunes a los 101 años de edad. Entre sus logros está el cálculo de la ruta de vuelo para la primera misión espacial tripulada de Estados Unidos y el aterrizaje en la luna, y estaba entre las mujeres que inspiraron el libro y la película Hidden Figures (Talentos Ocultos).
También te recomendamos: El Día del Músico fue inspirado en una mujer: Santa Cecilia
Katherine Johnson nació en 1918. Desde muy temprana edad sabía que quería hacer una carrera como matemática de investigación, aunque este era un campo difícil para los afroamericanos y las mujeres. Tras sus estudios universitarios y de posgrado, los primeros trabajos que encontró fueron en la enseñanza. En una reunión familiar en 1952, un pariente mencionó que el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA por sus siglas en inglés) ?lo que ahora es la NASA? estaba contratando matemáticos. Johnson aceptó una oferta de trabajo de la agencia en 1953.
El trabajo de Katherine Johnson durante 33 años impulsó muchos de los avances en la exploración espacial, incluido el “gran salto para la humanidad” de Neil Armstrong cuando el Apolo 11 llegó a la Luna. Pero las contribuciones que hizo no fueron reconocidas hasta décadas después. Johnson se vio obligada a trabajar en un ala segregada con otras mujeres matemáticas negras. Sin embargo, su trabajo fue tan integral en las primeras misiones de la NASA que John Glenn le pidió que comprobara los cálculos de computadora para su vuelo antes de convertirse en el primer astronauta estadounidense en orbitar la Tierra en 1962, a bordo de la nave Friendship (Amistad).

Katherine Johnson era de las consideradas calculadoras o computadoras humanas se encargaban de las ecuaciones y describían cada una de las funciones de las aeronaves. Sin ellas, no hubiera sido posible que la NASA hubiera progresado como lo hizo y lo hecho.
Las innovadoras contribuciones de Katherine Johnson fueron reconocidas en 2015 cuando recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor otorgado a los civiles, por el presidente Barack Obama. El libro , convertido en una película nominada al Oscar, Hidden Figures llevo el legado de Johnson a la gran pantalla en 2016, en el que fue interpretada por Taraji P. Henson. La NASA también nombró un edificio en su honor en 2017.
Su muerte fue anunciada por la NASA es un comunicado en redes sociales:

“La Sra. Johnson ayudó a nuestra nación a ampliar las fronteras del espacio, incluso cuando hizo grandes avances que también abrieron puertas para mujeres y personas de color . Su dedicación y habilidad como matemática ayudaron a poner a los humanos en la Luna y, antes de eso, hizo posible que nuestros astronautas dieran los primeros pasos en el espacio que ahora seguimos en un viaje a Marte”.
El legado de Katherine Johnson debe ser siempre recordado. Como dijera Obama: “Katherine fue una pionera que rompió los límites de la raza y el género, mostrando a generaciones de jóvenes que todos pueden sobresalir en matemáticas y ciencias y alcanzar las estrellas.” (Vía: The Verge)
Nina Simone, la artista que convirtió en música un movimiento
Descanse en paz.
Con información de CBS News
