Durante una entrevista con el presentador de radio conservador Bill O’Reilly, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que su administración pronto otorgará a los carteles mexicanos de la droga la misma distinción que Al Qaeda, ISIS y Boko Haram: designándolos como “organizaciones terroristas extranjeras”. Esto parece una respuesta a lo ocurrido con la familia Lebarón el pasado 4 noviembre, cuando nueve miembros de la familia murieron durante un ataque en los límites entre Sonora y Chihuahua. Sin embargo, la postura de Trump es una obsesión que tiene antecedentes previos.
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¿Qué implicaciones tiene que los cárteles sean considerados “organizaciones terroristas”?
Para determinar si un grupo debe ser designado como Organización Terrorista Extranjera (FTO por sus siglas en inglés), la Oficina de Antiterrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos, analiza sus actividades pasadas y si está planeando o tiene la capacidad de llevar a cabo actos futuros que amenacen la seguridad y el interés nacional de EE.UU.
La designación tiene poder práctico y simbólico. Es ilegal proporcionar a una organización terrorista apoyo y recursos materiales, y los miembros de dichos grupos tienen prohibido ingresar a los Estados Unidos. En algunos casos, como la Guardia Revolucionaria de Irán, la etiqueta de FTO envía un mensaje al resto del mundo sobre cómo los Estados Unidos ven el comportamiento de un grupo específico.
En este caso, ¿qué mensaje está mandando Donald TrumP’
La obsesión de Trump con el narco
Trump ha centrado una buena parte de su campaña presidencial y de su mandato como presidente de Estados Unidos, en México. Los planes para construir el muro fronterizo y evitar la entrada de ilegales, drogas y narcotraficantes ha sido uno de los pilares fundamentales de su presidencia. Y, visto lo visto, lo seguirán siendo durante esta campaña de reelección.
Entonces, no es la primera vez que Donald Trump ha sugerido que los cárteles de drogas mexicanos sean equiparados a grupos terroristas. Ya en marzo lo había sugerido durante una entrevista con Breitbart News: “Estamos pensando en hacerlo muy en serio. De hecho, lo hemos estado pensando durante mucho tiempo”, declaró en su momento.
“Voy a designar a los carteles”, dijo Trump a O’Reilly. “Estamos perdiendo 100,000 personas al año por lo que está sucediendo y lo que está pasando desde México”, continuó sin mencionar de dónde obtuvo esa estadística, y agregó: “tienen dinero ilimitado, las personas, los carteles, porque tienen mucho de dinero, porque es dinero de la droga y el tráfico de personas.” Un asunto de salud convertido en problema de seguridad nacional.
Ahora, aprovechando lo ocurrido con la familia Lebarón, Trump ha vuelto demostrar que seguirá apostando por los temas relacionados en el narco y la frontera como principales bastiones para esta nueva campaña presidencial. Dado el éxito que obtuvo hace cuatro años, nos nos extraña que siga apostando por esta fórmula.
¿Estados Unidos puede intervenir en México?
Estados Unidos tiene la Ley Pública 104-132. Emitida en 1996, le da facultades al Gobierno de Estados Unidos para intervenir en cualquier país que sea considerado una amenaza para el vecino del norte.
En caso de que Estados Unidos decida tomar este camino, la CIA, la DEA darían paso a que instituciones y agencias de mayor peso y más agresivas, como podrían ser los marines, el Consejo de Seguridad Nacional. Trump tendría que firmar un declaratoria en la que asegura que México no está cooperando con su labor antiterrorista y así poder intervenir militarmente en el país.También, tienen la llamada Ley Patriótica. Fue promulgada tras lo ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Esto permite a los Estados Unidos intervenir para investigar a individuos que ellos crean que está afectando la seguridad nacional. Buscan investigar delitos relacionados con lavado de dinero, terrorismo, narcotráfico, entre otros.
Esto quiere decir que Estados Unidos SÍ podría intervenir en México, no obstante, esto no parece que vaya ocurrir. Tendría consecuencias nefastas para la relación entre México y Estados Unidos. Parece más bien otra treta de Trump para ganarse el favor electoral de cara a tener otros cuatro años en la Casa Blanca.
Sin embargo, con Trump nunca se sabe y esto bien podría abrir una nueva página en las relaciones con nuestros complicados vecinos del norte.
